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Edificios, personajes y hazañas históricas también forman parte de los atractivos del puerto de Acapulco.

Si te gustan los cuentos de piratas, entonces no te pierdas el Fuerte de San Diego, una colosal fortificación marítima de traza italiana, en la que podrás transportarte, a través de la imaginación y de cada objeto que ahí se exhibe, a la era de los bucaneros del siglo XVII.

Ahí sabrás la diferencia entre piratas, bucaneros, filibusteros y corsarios, además de que podrás admirar piezas de seda, marfiles, porcelanas y mobiliario que nos muestra el intercambio comercial de la época.

Actualmente, en las entrañas de esta propiedad, podrás recorrer el Museo Histórico de Acapulco Fuerte de San Diego, que cuenta con 12 Salas de exhibición permanente y una sala de exposiciones temporales.

En esta antigua edificación, en cada muro, en cada rincón, aún vibran los episodios de la Independencia, de la segunda intervención francesa y de la Revolución mexicana.

Ahí se vivieron la conquista de los Mares del Sur, el comercio con el Oriente, la piratería en el Océano Pacífico y la hazaña militar más importante en esa región cuando José María Morelos y Pavón, al frente de las tropas insurgentes hace 209 años, logró -el 20 de agosto de 1813- que el ejército realista les entregara dicha fortificación, luego de 3 meses de sitiarla.

También es de suma importancia arquitectónica por su diseño, ya que su traza geométrica tiene forma de pentágono o estrella de 5 picos, por lo que es admirado por arquitectos y constructores de todo el mundo.

No olvides visitar la carroza real, los mascarones del siglo XVIII y el tibor de porcelana con personajes chinos de la misma época.