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A horas de “AMLOFest”, gabinete le falla al presidente

A unas horas del llamado “AMLOFest” que el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezará en la explanada del Zócalo capitalino, debería de estar consciente que su gabinete le ha fallado, pues llega a ese primer aniversario cuando varios de ellos se encuentran en el “ojo del huracán” y todo porque les ha dado por asumir las mismas actitudes revanchistas que desde el inicio de su administración ha protagonizado el tabasqueño

Tan solo en las fechas más recientes, se pudo constatar que el cambio que hiciera el jefe del Ejecutivo en el Instituto Nacional de Migración, le ha servido para dos cosas; por eso hizo muy bien el extitular del INM, Tonatiuh Bravo, -un especialista en el tema-, en “pintar su rayita”, porque desde que llegó Francisco Garduño, todo se le ha ido a este pseudofuncionario en ir de error en error. Primero, cuando llamó “fifís” a los integrantes de la Policía Federal que fueron desplazados a la frontera sur de Chiapas, porque se atrevieron a pedir condiciones dignas de vida.

En cuanto López Obrador se enteró de este dislate, dijo en una de sus acostumbradas conferencias de prensa mañaneras, donde tuvo afuera una protesta de familiares de los policías federales exigiendo una disculpa por parte de Garduño, que el aún director de dicho Instituto no tendría problema alguno en ofrecerla.

Entonces, muy a regañadientes y molesto, vía “twitter”, a Garduño Yépez no le quedó más que disculparse, pero nunca se atrevió a dar la cara, por lo menos hasta la fecha.

Por si lo anterior resultara insuficiente, se supone que ayer, el titular del INM debía presentarse a comparecer ante Comisiones del Senado de la República para intentar explicar su actuación en el tema migratorio y, ¡oh, sorpresa!, quince minutos antes de celebrarse dicho encuentro, un propio canceló la asistencia de este funcionario, con  el pretexto de que había recibido “una llamada de emergencia”, ¿de parte de quién?, eso sí, quién sabe.

No fueron pocos los legisladores que recordaron aquella ocasión en la que la flamante secretaria de Energía, Rocío Nahle y el no menos lustroso director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, tenían que presentarse ante legisladores en la Cámara Alta y también de última hora, cancelaron. En ese entonces, como estaba la crisis del abastecimiento de gasolina, argumentaron que habían tenido que salir a atender una contingencia.

Ayer, no hubo mayor explicación, lo que dejó mucho que desear de un funcionario que, viniendo de la dirección de Reclusorios, llegó al Instituto Nacional de Migración, con la “espada desenvainada”, creyendo que con esa “pantalla” iba a poder imponerse y lo único que ha podido demostrar, es que es totalmente incompetente para el puesto que le asignó el presidente, así que podría no faltar mucho tiempo para que sea removido del cargo en el que apenas lleva poco más de un mes.

Aparte “se cuece” la actitud y el escándalo que protagonizó la secretaria de Bienestar, la no menos flamante secretaria del Bienestar, Luisa María Albores, que con una gran soberbia y desdén, rechazó la recomendación que le girara la Comisión Nacional de Derechos Humanos, cuyo titular es Raúl González Pérez, respecto a la política impuesta por López Obrador, de dejar sin recursos a las Estancias Infantiles, tema en el que han luchado denodadamente las senadoras panistas Josefina Vázquez Mota y Kenia López Rabadán, acompañadas de la exdiputada panista Lía Limón.

Resulta que Albores, también asumió exactamente la misma actitud que su jefe y luego de culpar al pasado de todos sus males, dijo que la CNDH excedió sus facultades al determinar que los cambios en el programa violan derechos humanos. La titular de Bienestar, calificó de casi, casi una locura; de un desacierto total una recomendación que por lo demás, debe acatar.

No sobra señalar que nunca antes en la historia, se había visto tal actitud de un funcionario o funcionaria ante una recomendación de la CNDH, así que puede que esté en el último tramo de su gestión al frente de la Secretaría de Bienestar. ¿Será?

Pero antes de que lo anterior ocurra, dicha funcionaria tendría que presentarse especialmente, ante las legisladoras que quieren rescatar las Estancias Infantiles de las ocurrencias presidenciales, para que explique su actitud soberbia, que podría llevar a la funcionaria a ser objeto de una demanda ante el Ministerio Público, “por las afectaciones que está generando su negligencia y su actuar”,  en señalar las legisladora panistas.

Y todavía hay más cuestiones por las cuales el presidente López Obrador no debería estar tan optimista en el “bailongo” que en su honor, él mismo organizó y, como si sobrara el dinero, él mismo se pagó.

El Plan Nacional de Desarrollo presentado por el presidente, no pasó de ser una carta de buenas intenciones, de esas que nunca se cumplen porque no están sustentadas y se pueden colocar, en el caso de la actual administración, un poquito más arriba de la Cartilla Moral que el Ejecutivo promoverá con mensajeros de las diferentes iglesias cristianas, al estilo de los Testigos de Jehová.

En el Legislativo, el PND fue rechazado y por parte de los empresarios, lo calificaron de un simple manifiesto político que es por demás confuso y no tiene meta alguna. Lo dicho, que alguien le avise a López Obrador que ya no está en campaña, que ya es presidente; ¿acaso no ya hasta se mudó a Palacio Nacional?

MUNICIONES

*** Y hablando de la Cartilla Moral que usa como bandera el presidente, como es bien sabido, no asistirá a la Cumbre del G20. Una de las razones de su ausencia es porque ha hecho evidente en más de una ocasión que le tiene verdadero terror ni más ni menos que al presidente Donald Trump, amén de que no tiene estatura, es decir, dista mucho de ser un estadista, para codearse con líderes mundiales y Jefes de Estado. Para salvaguardar esa deficiencia, el tabasqueño anunció que había enviado una carta a cada uno de los asistentes a ese importante Foro. ¡¡Uuuyyy!!, de seguro se estarán peleando por leer la famosa carta, que no pasará de ser una serie de ocurrencias, buenos deseos inspirados desde el púlpito de Palacio Nacional. Lo cierto es que ni caso le van a hacer a AMLO.

morcora@gmail.com