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Se esperaba que el dictamen de la empresa noruega DNV, sobre el colapso de las trabes del Metro entre las estaciones Olivos y Tezonco, en Tláhuac, de la CDMX, se filtró pese a los “esfuerzos” del gobierno de la morenista Claudia Sheinbaum, de mantenerlo en secreto. Incrimina ese análisis de las causas a personajes de la talla de Marcelo Ebrard, quien contrató a través del actual presidente del CEN de Morena y entonces secretario de Finanzas del gobierno capitalino, Mario Delgado, los constructores, supervisión y los trenes.

Como lo mencioné en esta misma columna reiteradamente, desde el 3 de mayo en que ocurrió el desastre de la Línea 12 del Metro, en Tláhuac, el origen de la tragedia que enlutó a 26 hogares y que dejó lesiones de por vida a decenas, se debió a la corrupción en el manejo de la construcción de esa ruta de transporte colectivo, así como la falta de revisión constante y mantenimiento.

¿Para qué revisar? Si pasa un accidente como éste, se agotan las reservas de saliva para salvar de la responsabilidad a los funcionarios públicos que olvidan el lema de su máximo jefe: “no mentir, no robar, no traicionar”.

Mienten, roban y traicionan la confianza de millones de mexicanos. Y, lo peor es que, como consecuencia de ello, mueren los mexicanos. Ejemplos, los daremos hasta el cansancio. Mueren por falta de atención médica y carencia de medicamentos; por falta de seguridad, en la cual los criminales aprovechan la impunidad que ofrece el sistema político mexicanos; por la carencia de personal competente (al actual le pagan salarios miserables) para actividades administrativas como la administración del espacio aéreo.

La lista es interminable y la sonrisita cínica de quienes gobiernan, es un insulto a la inteligencia.

Pero volvamos al caso de la Línea 12.

La trabe que se desplomó es de concreto precolado y un sistema de vigas de acero unidas a un tablero de concreto, en el que usan persono, que al final de cuentas, por haber usado un número menor y de mala calidad, provocó la fatiga de los materiales, por el paso de los trenes y los sismos que ha sufrido la capital del país.

Esto no es motivo de riesgo para la vida de personas, si se detectan anticipadamente los síntomas de una crisis de los materiales.

Para ello, se necesita mantenimiento, así como una revisión visual exhaustiva y periódica de la infraestructura.

Les platiqué que en los años ochenta, en Paris, por la noche caminé por uno de los barrios suburbanos de esa preciosa ciudad francesa. Vi a tres personas con lámparas revisando las paredes y las estructuras metálicas.

En aquel entonces les pregunte lo que hacían, lo que respondieron que revisaban que las estructuras estuvieran en “óptimas condiciones”. Eso lo hacían dos veces a la semana en todos los pasos a desnivel de vehículos, así como en todas las líneas y estaciones del Metro. Pero no era el único sitio donde ocurre. También lo hacen en Londres, Madrid, Nueva York y materialmente las más importantes ciudades del mundo. Claro, donde sus gobiernos no se guardan el dinero para comprar votos mediante programas sociales.

En México, como consecuencia del percance del 3 de mayo del año pasado, primero quedó en el limbo político uno de los aspirantes a la Presidencia por Morena, Marcelo Ebrard, pero ahora también le pega, con fuerza a Sheinbaum.

PODEROSOS CABALLEROS

NO IR A LA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS, SIN PENA NI GLORIA

La decisión de negarse a ir a la Cumbre de las Américas, en California, el presidente López Obrador no provoca ningún cambio en la agenda, ni en los compromisos que se finquen en ese conclave de líderes de estado del continente. El pretexto de que no van sus aliados ideológicos de las dictaduras dizque de izquierda, de Venezuela, Cuba y Nicaragua, se ve más como una justificación para no viajar al extranjero. A él no le gusta viajar fuera del país. Pero, si no quiere ir, no es necesario. Pero, que bueno que no invitan a dictadores que reprimen a sus pueblos como Maduro, Diaz Canel y Ortega. El repudio a todo tipo de dictaduras, incluso las del proletariado, son repugnantes.

RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: ELI LILLY

Eli Lilly y Compañía, de Carlos Baños Urquijo, es una de las empresas en las que los mexicanos buscan desarrollar su carrera. Tanto en LinkedIn, así como Top Companies, firma líder en diagnóstico de la cultura organizacional, incluyeron a la farmacéutica en los listados “Mejores Empresas 2022: las 25 mejores compañías para desarrollar tu carrera en México” y “Súper Empresas 2022: Las Empresas donde todos quieren trabajar”, respectivamente. El 90% de las posiciones directivas en Lilly están ocupadas por personas cuya carrera se ha desarrollado internamente y 44% de éstas son talento latinoamericano, es decir que la cultura de diversidad e inclusión de la empresa no conoce fronteras.

Escúchame de lunes a viernes, de 21 a 22 horas, en “Víctor Sánchez Baños en MVS”

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