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La semana cierra con una muy interesante constante, el enojo del presidente Andrés Manuel López Obrador, por la marcha que tendrá lugar este domingo, justo en la fecha del cumpleaños del tabasqueño, que ya avisó que se va a ir a festejar tan memorable fecha a Palenque. No obstante, esto es una fehaciente muestra de su intolerancia porque en estos últimos días, no paró de insultar y descalificar a quienes la organizaron así como a los intelectuales orgánicos.

Especialmente ayer, el tabasqueño no pudo más cuando se enteró que el único orador de dicha manifestación, será el maestro José Woldenberg y que además, quienes asistan al evento en defensa del Instituto Nacional Electoral, (INE), no van a seguir sus instrucciones y tienen su ruta previamente trazada.

Claudio X. González, uno de los organizadores, dijo que cualquier manifestación pública, siempre es ganancia para México y para la democracia, el problema es que el tabasqueño piensa que tiene el monopolio de las movilizaciones y la autovictimización.

Pero, ¿de qué se queja el inquilino de Palacio Nacional?, no se puede olvidar cuando cerró la avenida del Paseo de la Reforma, alegando fraude en las elecciones del 2006, en las que le ganó por un escaso margen, -apenas del 0.56 por ciento-, y en medio de la polémica Felipe Calerón, su archienemigo favorito. En ese tiempo, era Luis Carlos Ugalde Ramírez el entonces consejero presidente del Instituto Federal Electoral, (IFE).

Dicho bloqueo inició el 30 de julio del 2006 y se levantó hasta el 15 de septiembre de ese año. “Les propongo que nos quedemos aquí, en asamblea permanente… que permanezcamos aquí día y noche, hasta que se cuenten los votos y tengamos un presidente electo con la legalidad mínima que nos merecemos los mexicanos”. Tampoco se pueden soslayar las enormes pérdidas económicas de esta ocurrencia del tabasqueño y que se calcularon en alrededor de 3 mil millones de pesos, así como el despido de 809 empleados.

Y ahí es precisamente donde radica el enojo del presidente y podría sonar superficial, pero no, porque hace doce años, López Obrador gozaba de mucho mejor salud que ahora que lo aquejan tantos males. No debería de olvidar además, que el actual INE fue el árbitro en las elecciones del 2018 que le dio el indiscutible triunfo que obtuvo, entonces, ¿por qué arremeter en contra del dicho Instituto? A lo mejor porque ya se dio cuenta que en el sondeo que mandó hacer el dirigente de Morena, Mario Martín Delgado, en septiembre de ese año y realizado por Parametría, “le salió el tiro por la culata” y el 63 por ciento de los encuestados, aprueba y confía en el INE.

Pero además, en dicha encuesta se viene a comprobar que las preferencias hacia López Obrador y su capital político, se van agotando. Debería reparar el inquilino de Palacio Nacional que no es utilizando el odio, la persecución y la polarización, en la que son expertos los militantes de su partido pertenecientes al ala dura, como va a conseguir que la imagen de Morena no se siga deteriorando.

Quién lo diría, Mario Delgado mandó hacer el sondeo para agradar a su jefe el presidente y lo más probable es que pague muy caro su osadía. ¡Qué tal!

En otro tema de lo ocurrido en la semana que concluye, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal, pasó del canto de aquella canción ranchera que dice: “diciembre me gustó pa’ que te vayas”, a recibir el respaldo público de 87 senadores y senadoras de Morena, “ante los ataques sistemáticos e ilegales que ha recibido en los últimos días» por parte de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores… No aceptamos agresiones contra ninguno de los 127 Senadores de la República que representamos la pluralidad de la nación», se puede leer en la carta que igualmente firmaron, al tiempo que a un gobierno como el de Campeche “que utiliza de manera sistemática, ilegal e impune recursos públicos para fines de persecución y acoso»,  

Y es que es muy cierto que la controvertida mandataria campechana, no puede actuar con tanta impunidad solo para tener la gratitud ni más ni menos que de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien por cierto, presurosa intentó “lavarse las manos” de la actuación de su amiga Layda Sansores y señaló que cada quien es responsable de lo que hace y de sus dichos. Agregó “de dientes para afuera” la funcionaria capitalina que ella solo quiere que en Morena haya unidad. Eso, no se lo cree ni ella misma, pero tanto la funcionaria capitalina como su jefe, deberían de estar preocupados de la fuerza que tiene Ricardo Monreal.

MUNICIONES

*** “Si alguien quiere meter un jonrón el domingo, pues lo puede hacer, porque la marcha ya está trazada, no la traza el Presidente de la República, mucho menos en estas condiciones la va a trazar él, cuando se ha dedicado a insultar, a vituperar, a descalificar a todos los que integramos el pueblo que vamos a marchar el próximo domingo, a quienes integramos la oposición, que también es parte, no solamente del pueblo, sino de la democracia en el país». Con estas palabras, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, fue contundente al señalar que no será López Obrador quien les diga qué ruta seguir en la marcha de este domingo.

*** Vaya ridículo que hizo el diputado morenista Alejandro Robles Gómez, que revela el ínfimo nivel de la bancada de este partido en la Cámara de Diputados. El espectáculo que protagonizó en la tribuna de la Cámara Baja fue realmente patético. Se consignó en este espacio en anterior entrega que en la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación, 2023, se notaba que en Palacio Nacional les habían pagado a los diputados morenistas que más porras le echaran al presidente y desde luego, Robles Gómez por lo visto, fue el que quiso cobrar más.

*** También en el gabinete lópezobradorista “se cuecen habas” y ahí está como muestra el jaloneo que se traen la flamante nueva secretaria de Economía, Raquel Buenrostro y su antecesora, Tatiana Clouthier. Resulta que la señora Buenrostro, en su comparecencia en el Senado, dijo que faltó coordinación entre Clouthier y la Secretaría de Energía, que encabeza la flamante Rocío Nahle, para responder las preguntas de Estados Unidos y Canadá en torno a la política energética mexicana, como parte del proceso de consultas sobre el T-MEC. La extitular de Economía lo negó y tiene razón, porque aquí el problema es que es bien sabido que Buenrostro carece de experiencia en estos temas y se hizo de un equipo que está igual que ella, así que la extitular del SAT, ya no sabe a quién echarle la culpa, sobre todo luego de su primer encuentro con la poderosa representante comecial estadunidense, Katherine Tai que, como reza un popular refrán, “le puso las peras a veinte”.

morcora@gmail.com