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O casi casi. Como se anticipó en este espacio desde marzo pasado, la empresa Avior, integrante del grupo Traxion que dirige  Bernardo Lijtszain se perfilaba como la favorita para ganar los servicios de distribución masiva de medicamentos y material de curación para el Instituto Mexicano del Seguro Social; y si, ganó cuando menos el 80% de los contratos valuados en 1,400 millones de pesos, con precios hasta 3 veces mayores que los ofrecidos por sus competidores… lo cual abrirá sin lugar a dudas un frente políticamente incómodo para Zoé Robledo y el director de administración del instituto, Borsalino González.

Diversas organizaciones independientes como Mexicanos Unidos contra la Corrupción, Cero Desbasto y Nosotrxs, analizan a detalle de esa licitación que se pospuso desde el 5 de mayo hasta el pasado día 13, pues entre otros elementos la evaluación cualitativa que en el sistema de puntos (45 máximo) contenía una docena de consideraciones subjetivas y subsidiarias que parecían dirigir el concurso pues prácticamente ningún otro concursante -salvo el ganador- podría haber complido. Por ejemplo, una lista detallada, con todo y descripción laboral- del personal encargado de conducir las unidades de reparto así como apreciaciones muy específicas de los centros de acopio.

Para las organizaciones civiles no pasó desapercibido que desde finales del año pasado Avior inició la habilitación de bodegas especiales así como la compra de equipos en una dimensión que difícilmente se puede concebir sí no se tiene la confirmación de contratos muy relevantes para la distribución de productos tan específicos como medicinas y los insumos hospitalarios fundamentales.

Los precios son otro elemento que habrá que revisar por la Secretaría de la Función Pública que encabeza Roberto Salcedo a través del Órgano Interno de Control del IMSS. De hecho, las primeras estimaciones calculan que precio promedio para mover medicamentos con el que se contrató a Avior es de 3.3 pesos frente a los 1.3 pesos de lo que ofrecieron sus competidores, precio que varía en cada una de las regiones en que se dividió el servicio en todo el país. En cuanto el material médico, el ganador dominante ofertó un promedio de 13 pesos por kilo transportado y entregado, lo cual se pudo haber adquirido en 5 pesos promedio -según la región concursada- con otros proveedores.

Si bien la rebanada grande del pastel se la lleva Avior, se le dejaron algunas moronitas para repartir medicinas y materiales a Arcar de Agustín Padilla, Vatage de Jesús Garrido; Healt&Pharma y GNK de Juan Carlos Moreno y Levic de Víctor Soto.

Este asunto, como se puede advertir, puede tener serias implicaciones económicas y también políticas… sobre todos considerando el juego de las “corcholatas” para el 2024.

INFONAVIT, la militancia gana

Como se enteró usted aquí, finalmente el contrato para imprimir los recibos de cobro por unos 240 millones de pesos, se le asignó a la empresa que durante 5 años ha ganado consecutivamente, MBM de Alfonso Pérez Barona en consorcio con Total System Services de México que representa Juan Navarro. Se impuso la voluntad de la subdirectora de gestión de cartera, Alicia Barrientos Pantoja pese a los señalamientos hechos por el director Carlos Martínez. La militancia de Barrientos se impuso sobre las mejores prácticas corporativas a las que suele estar apegado el mayor banco hipotecario de América Latina. Y es que de todos los concursantes, curiosamente sólo MBM fue la que cumplió con todos los requisitos solicitados, de entrada por que de acuerdo a las bases del concurso 024/GA/2022-88568 no podía formar un consorcio empresas del mismo ramo dedicadas a ofrecer el mismo servicio, amé de no cumplir con la presentación fehaciente y legible de cuando menos cuatro certificados ISO para acreditar capacidad, experiencia, administración de recursos, financiamiento y aseguramiento de los datos de los acreditados que mensualmente pagan las hipotecas de su patrimonio.

Otro asunto espinoso a mitad de sexenio.

mflores37@yahoo.es

@mfloresarellano