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Presidente prometió 5 refinerías;

 le bajó a dos y ahora, solo una; no cesa pleito entre AMLO y calificadoras

¡Qué curioso!, por decirlo de alguna manera, ayer, cuando en la conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó acuerdos con tres bancos: HSBC, JP Morgan y Mizuho Securities, con el objetivo de impulsar las finanzas de Petróleos Mexicanos, así como para ampliar un fondo revolvente que está a disposición de la paraestatal, el tabasqueño estuvo más que bien portado y no arremetió en contra de los “fifís” o los neoliberales, o conservadores, frente a la necedad de construir su ansiada refinería de Dos Bocas a la voz de “me canso ganso”. Ahí sí, el Ejecutivo guardó las formas  y no dijo ni media palabra sobre sus tan llevadas y traídas consultas al “pueblo sabio y bueno”.

Sin embargo, no todo podía ser felicidad para quien encabeza la llamada cuarta transformación, pues la calificadora Moody’s, reiteró los graves riesgos  de construir la refinería de Dos Bocas, que de entrada, tiene que ver con que saldrá mucho más cara de lo que hace unos días anunció el tabasqueño.

De acuerdo a los cálculos de dicha calificadora, el costo de este otro proyecto “estrella” de la llamada cuarta transformación, se incrementará para alcanzar los 12 mil millones de dólares, o sea, más o menos el precio que habían estimado las empresas que rechazó López Obrador al declarar desierta la licitación.

Y el tiempo también será el mismo, es decir, no se podrá entregar a mitad del presente sexenio, como tanto se empeña en anunciar el presidente. Y es que como se consignó en este mismo espacio en anterior entrega, bajo el supuesto de que entregara Dos Bocas en esa fecha, eso le hubiera venido “como anillo al dedo” porque sería una oportunidad de oro para recuperar credibilidad, popularidad, así como para ganar en las elecciones intermedias.  

Otro punto muy importante sobre el que alertó Moody’s, resulta ser algo que sin duda, está a la vista y se trata de la falta de experiencia tanto de la actual administración, como de Pemex en la construcción de refinerías; ya se decía que la última que construyó la paraestatal fue en 1979.

Por ello, la calificadora señaló: “es probable que el proyecto termine costando más y tomando más tiempo de lo que el gobierno anticipa,  colocando más presiones sobre los recursos fiscales», y no hay que ser un experto para advertir sobre esos riesgos, pues un proyecto de tal magnitud, no puede salir solo a la voz del “me canso ganso”.

Un dato que resulta revelador sobre la incompetencia de la llamada cuarta transformación o la distancia entre lo que fueron las promesas de campaña y la aplastante realidad, es que en febrero del 2016, desde Tula de Allende, Hidalgo, el entonces aspirante presidencial se comprometió a que en el 2018, se construirían cinco refinerías en el país porque, según explicó: “… no vamos a vender petróleo crudo al extranjero, todo se procesará en el país, porque necesitamos crear empleos”. Bien se ve que el tabasqueño no tenía la más mínima idea de lo que estaba prometiendo.

Luego, ya en diciembre del 2017, el entonces candidato de la coalición, “Juntos Haremos Historia”, le bajó a su enjundia y entonces se comprometió a construir solamente dos refinerías, una en Campeche y la otra, la de Dos Bocas, con la que finalmente se quedó. Y a lo mejor rectificó porque pensó que se había excedido en sus promesas, esas que a diario hace en la conferencia mañanera, que se ha vuelto un vulgar “stand-up”, eso sí, menos ante los banqueros que estuvieron ayer en Palacio Nacional.

Una cuestión adicional, es que a pesar del apoyo que le dio al tabasqueño JP Morgan, sección México, el pleito del presidente con las calificadoras seguirá. Cuestión de recordar que no hace mucho tiempo, las calificó de “hipócritas, cómplices y charlatanes”, simplemente, porque Fitch Rating, no pronosticó a su gusto y rebajó la calificación otorgada precisamente, a Pemex.

En aquella ocasión fue tal el enojo de López Obrador que acusó, -sin prueba alguna, por cierto-, que esa rebaja a la paraestatal que tanto le dolió, era una reacción a las acciones que su gobierno había emprendido contra la corrupción.

MUNICIONES

*** Sin un Programa General  de Gobierno  que defina el destino que se le dará a los cuatro mil 772 millones de pesos de presupuesto (mil millones más que el 2018), la alcaldía de Gustavo A. Madero, que encabeza Francisco Chiguil, esta circunscripción se encuentra a la deriva con un “gobierno fallido”, sentenció el vice coordinador del PRD en el Congreso de la CDMX, Víctor Hugo Lobo Román. Agregó que la alcaldía se encuentra  sumergida en una incontrolable ola de violencia con 58 homicidios dolosos, 562 robos a transeúnte con violencia,  126 lesiones culposas  y 255 robos con violencia a pasajeros del transporte público, durante el primer trimestre, con lo cual  el 2019 se perfila como el año más violento en esa demarcación. Asimismo, recordó que el pasado 23 de abril se dio a conocer  una llamada de auxilio de parte de una Inmobiliaria de la región  que presentaron denuncias (FSP/B/UI-B-2C/D/1613/042019 ante la PGJ de la CDMX) en contra del gobierno de la alcaldía  específicamente de la Dirección Jurídica y de Gobierno por el delito de extorsión, ya que a ningún constructor se le permitía construir, sin un pago de 100 mil pesos mensuales, por el tiempo que dure la obra. Comentó también que además de corrupción, algunos funcionarios de esa alcaldía han incurrido en actos de omisión deliberada  en la ejecución de programas sociales, como el caso de las dispersiones monetarias que se contrataron con la empresa Intec Medios de Pago,  encargada de llevar a cabo la distribución  y administración de los monederos  electrónicos  que se otorgaban a la población de la demarcación  en diferentes programas sociales. Durante la comparecencia del alcalde  de esa demarcación ante las comisiones unidas de Administración Pública Local y de Alcaldías  y Límites Territoriales, Lobo Román, sostuvo que el gobierno  de Francisco Chigüil ha sido omiso en múltiples situaciones, como no haber solicitado a la empresa financiera la dispersión o en su caso devolución de los recursos destinados para los apoyos económicos a las personas humildes.

*** El senador Martí Batres Guadarrama, anunció que presentará una iniciativa ante la Comisión Permanente para establecer un tercer periodo ordinario de sesiones, que abarque los meses de junio y julio de cada año ya que, dijo, hay una tendencia internacional para ampliar los periodos ordinarios y fortalecer al Poder Legislativo, lo que ha ocurrido en países como Brasil, Guatemala, Argentina o Ecuador y respecto a México, “también existe esta necesidad por el proceso de transformación jurídica que estamos viviendo”.

morcora@gmail.com