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El líder del PAN, Marko Cortés no se entiende ni el solo, por un lado, reventó la alianza con el PRI porque culpa a su dirigente nacional, Alejandro Moreno “Alito” de no cumplir los acuerdos, pero por el otro lado pide aliarse en el Estado de México con los priistas para la elección de gobernador.

Desde luego que sabe que en esa entidad mexiquense si dejan solo al PRI que gobierna Alfredo del Mazo y logran el triunfo sin alianza, será un severo revés para los blanquiazules que les mermará la ventaja de poner, ellos, el candidato presidencial en 2024 dentro de ese bloque que sin duda sigue vivo.

Si se salen de están alianza o este bloque de Va por México, cuyo plazo para formalizar es a mediados de diciembre, saben que corren el riesgo de quedarse solos con el PRD de Jesús Zambrano y con mayor dificultad de ganar la Presidencia de México.

El Estado de México los priistas están más que seguros que podrán ganar, con o sin el PAN esa entidad con sus dos candidatas, Alejandra del Moral o Ana Lilia Herrera.

Enfrentarán a la ex secretaria de Educación, Delfina Gómez que atraviesa severos problemas por los negativos de corrupción cuando se desempeñó como alcaldesa de Texcoco, le achacan 13 millones que descontó a sus empleados para entregarlos a su partido.

En ese sentido, la diputada federal y secretaria de Comunicación del PRI, Paloma Sánchez parece que les regresó el ultimátum que el PAN le puso al PRI a la hora de votar, simplemente les dijo que o gana la Alianza Va por México o gana el de Palacio Nacional. Algo así, como que escojan.

Marko Cortés se mostró frio y sin saludarse con Alito, ambos en su visita a Durango en la toma de protesta del nuevo gobernador emanado de esa alianza, Esteban Villegas.

Paloma aprovechó esa visita de los líderes del PAN y PRD para decirles que ojalá los sentimientos de la ultraderecha no terminen imponiéndose para destruirla. Y que el PRI tiene su mano extendida, que no sea el odio anti-priista el que orille ganando a Palacio Nacional.

Bueno, el Marko Cortés se aferra a reventar la alianza, podemos advertir que los panistas, con el PRD no les alcanzará, de acuerdo a los porcentajes del 20% y 5 por ciento que gozan para arrebatar el triunfo al Presidente que hoy las encuestas le dan a su partido Morena y sus aliados del Verde y PT el 45 por ciento, sea el que sea el candidato.

Si lograran un acuerdo para refrendar la alianza, estaríamos entonces en un escenario de sumar esos 25 por ciento al 19 por ciento del PRI.

Sin embargo, el PRI, PAN y PRD necesitarían del 7 por ciento de Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, pues solo así, con esa suma podrían ganarle a Morena.

De reventarse la alianza, entonces anote dos puntos, el primero que el PAN tendría que ir con su candidato propio sin el apoyo del PRI, que obviamente  competiría con el suyo y esos votos restarían al bloque opositor y dos, en ese escenario no habría duda que el que manda en Palacio sería el ganador en 2024. El 15 de diciembre tiempo de definiciones.

EL ADIOS DE MONREAL Y LA NUEVA MAYORÍA EN SENADO

El mansaje del líder del Senado, Ricardo Monreal de su inminente separación del partido que fundó con el Presidente López Obrador, prendió focos rojos en Palacio Nacional.

De entrada, si Monreal decide renunciar a Morena al menos hay entre 18 y 20 senadores que lo cobijarán para acompañarlo y dejar esa bancada.

Son legisladores que no están de acuerdo con la actual forma de administrar el partido de Mario Delgado y la formas de definir las candidaturas.

En consecuencia, nacerá la nueva mayoría del Senado con el PAN, PRI, PRD, el grupo Plural de Germán Martínez para desbancar a Morena y aliados.

Monreal en su mensaje recordó cuando hace 20 años se fue del PRI al PRD, por las mismas formas que hoy se repiten en Morena, por una imposición. Se fue y ganó la gubernatura de Zacatecas por el sol azteca, porque la ciudadanía lo apoyo y ganaron al PRI a la buena.

Reconoció que Andrés Manuel López Obrador es el hombre con más autoridad moral del país, para convertirse en Presidente de la República, sin embargo, lamentó que tristemente sea un pequeño grupo al que llama nomenclatura que se haya apoderado de la toma de decisiones que han contribuido a este desgaste de la organización de Morena.

En 2018 cuando venían las candidaturas al Gobierno de la Ciudad de México, Monreal sufrió una embestida como delegad de Cuauhtémoc por ese grupo que encabezaba Claudia Sheinbaum.

Le atizaron con una guerra sucia para desbancarlo de esa posibilidad de ser jefe del Gobierno de la CDMX.  López Obrador lo convenció de acompañarlo en su campaña a la Presidencia y llegar al senado como coordinador de la bancada porque lo iba a necesitar más allá.

Aceptó y no abandonó a Morena porque ya estaba con un pie afuera, hoy la historia se repite.

Jachavez77@yahoo.com