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Ahora, todo es la rifa del avión-no avión y para alinearse a las instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, se instaló un puesto de venta de “cachitos” en el Palacio Legislativo de San Lázaro, a donde, por cierto, solo los legisladores fieles seguidores del tabasqueño, acudieron a comprar.

¿Y por qué no compró ese pueblo sabio y bueno “cachitos” para contribuir a la causa?, o ¿esos 30 millones de mexicanos que votaron por el presidente? La respuesta es lógica, para buena parte, es muy difícil reunir 500 pesos; no obstante, algunos de esos fieles seguidores de AMLO de escasos recursos, se dieron a la tarea de ahorrar peso sobre peso y una vez obtenido el billete de lotería, fueron a la Iglesia de San Hipólito, a implorarle a San Judas Tadeo que tengan un instante de suerte.

Lo anterior, mientras López Obrador no terminó de ver con muy buenos ojos que ayer por la mañana, solo se hubieran vendido casi el 70 por ciento de los boletos para la absurda rifa, algo así como 4 millones 178 mil cachitos, de acuerdo a lo informado por Antonio Prieto, director de la Lotería Nacional.

Además, nunca se supo bien a bien si en aquella famosa cena de tamales de chipilín y atole que organizó López Obrador, a la que convocó a empresarios que se comprometieron a comprar un buen número de billetes, en realidad lo hicieron. Esta reacción sería lógica pues aún antes de la pandemia de Covid-19, si por algo se ha caracterizado el tabasqueño, es por tratar a los empresarios con “la punta del pie” porque los ve  como neoliberales.

En otro tema, el PRI, que liderea Alejandro Moreno Cárdenas, la cosa está que arde. Justo en momentos en que las diputadas de ese partido: Erika Sánchez y Soraya Pérez Munguía, demandaron que el gobierno federal sea sensible a las carencias que enfrentan millones de mexicanos y acceda a crear el ingreso único vital o el seguro de desempleo, sobre todo, en momentos de contingencia sanitaria, en la sede del Revolucionario Institucional, su dirigente tiene una estrategia muy diferente respecto al apoyo al empleo.

Así, siguiendo los lineamientos económicos de la llamada cuarta transformación, Moreno Cárdenas se propuso, -según él-, ahorrar recursos, para por lo menos tener “un guardadito electoral”, el problema es que va a ser a costillas de sus trabajadores, a quienes en la quincena que está por venir, -hoy-, se les obligará a firmar un convenio de reducción salarial del 21 al 30 por ciento, de acuerdo al puesto que ocupen y si no firman, pues no hay pago.

Dicho convenio es a todas luces violatorio de la Ley Federal del Trabajo, pues afecta la antigüedad de los trabajadores, la cual perderían automáticamente con la firma de este nuevo contrato así como sus ingresos quincenales, mismos que se verán reducidos sustancialmente, debido a la pandemia sanitaria que se vive.

Sin embargo, hay que subrayar que éste pretexto no se puede aplicar, de acuerdo a la ley, a los Partidos Políticos, por la simple y sencilla razón de que éstos reciben recursos públicos, es decir, no son una empresa que haya disminuido sus ingresos a causa del COVID-19 .

Como es natural el descontento de los trabajadores priistas ha ido en aumento, a grado tal que muchos de ellos se han negado a firmar este convenio malicioso que, según se sabe, fue avalado por gente cercana al ex secretario de finanzas del tricolor, Luis Vega Aguilar, señalado por recibir dinero de dudosa procedencia para las pasadas campañas electorales priístas.

Obviamente, los trabajadores contra quienes quiere cometer este atropello la élite priísta, preparan un sin número de demandas individuales y colectivas, a fin de defender sus derechos laborales, ante la Junta de Conciliación y Arbitraje y además, considerar el congelamiento de cuentas bancarias del PRI en todo el país, como ya lo hicieron en años anteriores, cuando también sintieron amenazados sus derechos como trabajadores de un partido que los está abandonando y dejando a su suerte, en aras de obtener recursos hasta por debajo de las piedras para impulsar sus campañas electorales el próximo año, a sabiendas de que no cuentan con el respaldo de la mayoría del electorado para aumentar sus escaños, curules y gubernaturas  en el 2021.

Como dice un popular refrán, “candil de la calle, oscuridad en su casa”, el cual se puede aplicar al pie de la letra, o “como anillo al dedo”, diría el presidente de López Obrador, a la presidencia de Moreno Cárdenas, ya que en casi todos sus más recientes discursos, el exgobernador campechano ha expresado su incondicional apoyo a los trabajadores, para que no pierdan sus empleos, ni vean disminuidos sus salarios a consecuencia de ésta pandemia sanitaria. Pero está demostrado que eso solo son palabras que se lleva el viento sin embargo, ya que tiene contemplada una reducción de hasta el 30 por ciento de su plantilla laboral, situación que se puede constatar en la última sesión presencial de su pasado Consejo Político Nacional.

MUNICIONES

*** En Quintana Roo, donde gobierna Carlos Joaquín González, se pondrá en marcha la construcción del denominado Parque de la Equidad, un espacio público de 89 hectáreas que mejorará las condiciones sociales y de infraestructura en Cancún. El mencionado proyecto estará a cargo de la Agencia de Proyectos Estratégicos, de Eduardo Ortiz Jasso, y ONU-Habitat, e integrará áreas verdes, autovías, equipamientos deportivos, espacios culturales y sitios recreativos.

*** Vaya formas que tienen algunos militantes de Morena para quedar bien con el presidente López Obrador y tal es el caso  del senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, que amenazó a empresas mineras de que el gobierno de la llamada cuarta transformación les retiraría concesiones, si no compraban boletos para la rifa del avión-no avión presidencial, al tiempo que presionó a obreros a participar hasta que reunió una “aportación” (¿de esas como las que recibe Pío López Obrador?), de 10 millones de pesos para el sorteo de hoy 15 de septiembre. Así lo informó el diputado federal del PRI, Carlos Pavón Campos, quien indicó que, posteriormente, Gómez Urrutia entregó los boletos, comprados con dinero ajeno, como un “regalo” de su sindicato a los trabajadores, en una acción que representa una burla. Pavón, quien también es presidente de la Unión Nacional de Sindicatos Minero Metalúrgicos y Metal Mecánicos de México (UNASIM), especificó que el dinero proveniente de empresas y de obreros fue depositado en el Sindicato Minero Nacional, que encabeza quien es conocido también como Napito, y sirvió para comprar 20 mil “cachitos” del sorteo de la Lotería Nacional, de a 500 pesos cada uno. ¡Qué tal!

morcora@gmail.com