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Uno de los saldos de la crisis sanitaria del coronavirus es que comienza a legalizarse el uso del cannabis en varios países.

Me refiero a naciones como Alemania y Reino Unido que han abierto sus mercados para productos de cannabis con fines medicinales, y ahora mismo en Estados Unidos ese debate llega al Congreso para su legalización a nivel federal, porque el confinamiento ha elevado los cuadros de ansiedad-depresión, y se ha visto en esa planta una alternativa terapéutica.

Como sabe, en México el tema lleva largo tiempo bajo el análisis del poder legislativo, y se estaría cerca de las definiciones.

Guillermo Nieto, presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis acaba de hacer un llamado a los diputados de comisiones de Salud y de Justicia que prevén discutir y votar dictamen sobre regulación de cannabis para que reconozcan el potencial deMéxico, no sólo en la parte medicinal sino incluso para otros fines industriales, como el desarrollo del cáñamo como fibra natural.

México puede ser punta de lanza en materia cannábica en el mundo, por eso la importancia de la aprobación de la Ley Mexicana para  Regular el Cannabis.

Los alcances de esa ley pueden crear una actividad con impacto en lo económico, científico, industrial, tecnológica y social, y queda claro que la legalización del cannabis a nivel federal abriría espacios a nuevas inversiones nacionales y extranjeras.

Prensa incómoda 

En 2020 en México 609 periodistas denunciaron amenazas y diversas formas de agresiones en su contra, una cifra que sería la más alta registrada desde que se lleva ese tipo de seguimiento.

Diferentes organizaciones internacionales como Reporteros Sin Fronteras, el Comité para la Protección de los Periodistas, Artículo 19, la Federación Internacional de Periodistas, la Asociación Mundial de Periódicos, y el Intercambio Internacional por la Libertad de Expresión colocan a nuestro país como uno de los más peligrosos para ejercer esta labor.

A pesar que el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su campaña hizo la promesa de abordar el tema de la violencia, y en específico cuidar la labor periodística, su administración es vista con lupa internacional por las críticas y ataques constantes a periodistas, comentaristas e incluso contra dueños de medios que pudieran difundir información no grata al gobierno federal.   

El caso es que México comienza a verse como un país que busca coartar la libertad de expresión, incluso desde redes sociales que simpatizan con la 4T, y que no toleran ninguna crítica al señalar a ciertos periodistas de haber estado al servicio de gobiernos anteriores u obtener beneficios económicos con el fin de descalificarlos.

Y bueno, la visita a México del presidente de Argentina, Alberto Fernández quien estuvo ayer en la mañanera sirvió para desacreditar de nuevo a la prensa lo que ha levantado preocupación a las organizaciones de periodistas, ya que ven esa actitud como otro tipo de violencia en contra de una labor ya de por sí, muy riesgosa.