Compartir

Pocos negocios tienen tanta raíz en la cultura nacional, en la creación de cadenas de valor microeconómico “a nivel de cancha”, en barrios y poblaciones, que el llamado “canal tradicional”, el changarrito, las casi 1.2 millones de tienditas que movilizan productos de primera necesidad y que ahora reciben el apoyo de la Industria Mexicana de Coca Cola para convertir estos momentos de crisis en una plataforma de oportunidad y mejora.

El emprendimiento casi siempre familiar de las tienditas, de acuerdo a la Asociación Nacional de Abarroteros Mayoristas que dirige Iñaki Landáburu, desplazó cerca de 160 mil millones de pesos en productos de primera necesidad entre enero y septiembre de este año. Pero 99% de las mismas, de acuerdo a las investigaciones Interactive Advertising Bureau al mando de Gabriel Richaud, carece de herramientas digitales para realizar ventas on line. Esta deficiencia colocó en desventaja a este tipo de negocios al inicio de la pandemia pues los consumidores se volcaron a hacia las compras en cadenas de autoservicio y otros establecimientos con ventas mediante aplicaciones de Internet y entrega a domicilio.

Pero el pequeño comercio, pese a sus carencias, es un canal fundamental para el abasto familiar, al adaptar el gramaje de los productos esenciales (galletas, papel higiénico, detergente, endulzantes, aceite comestible, café, leche, alimentos para mascotas, pañales, salchichonería, sopa, harina, bebidas no alcohólicas y veladoras, entre otras) y el tamaño de las presentaciones a la realidad de una población afectada por la pérdida de empleos y poder adquisitivo.

De ahí la relevancia del respaldo de la Industria Mexicana de Coca Cola (que engloba a Coca Cola México y sus 8 embotelladores) hacia 850 mil tienditas para crear en ellas espacios seguros mediante la dotación de caretas de protección, kits sanitizantes y mamparas de acrílico así como estrategias que les permitiera dar continuidad de su flujo de caja y capital de trabajo, y preparar herramientas tecnológicas de la mano con la startup Wabi, que comanda, Guido Manfredi, y desarrollar los canales digitales en esos pequeños negocios que dan sustento a más de 5 millones de personas.

Azteca, récord de audiencia

En un especialmente complicado es toda una buena noticia que TV Azteca, que dirige Benjamín Salinas, alcanzó en 2020 los niveles récords de audiencia de sus 27 años de vida, al llegar a 106 millones de personas en lo que va de año, pues 1 de cada 2 hogares sintoniza una programación creativa, inteligente tanto en las barras de entretenimiento, deportes, noticias y opinión. Vaya, en números diarios, 31 millones de personas se informan, divierten, emocionan y analizan a través de Azteca 1, Azteca 7, adn40 y a+.

DisneyPlus, paquetes y a la carta

El acontecimiento que significó el arribo de Disney Plus a México significa un hito para Izzi, del Grupo Televisa, como gran integrador de contenidos digitales ahora con la marca global que aquí representa Miguel Vives. Y ello se expresa en el lanzamiento que la firma a cargo de Salvi Folch hace de nuevos paquetes Izzi Unlimited 60 y 100 así como el servicio a la carta para sus suscriptores, mismos que podrán acceder a la plataforma de streaming con los muy solicitados contenidos de Disney, Marvel, Starwars Pixar y National Geographic.

Piso chueco

Ayer el secretario de salud Jorge Alcocer emitió otro decreto con que se reduce a 5 días el período con que Cofepris, todavía a cargo de José Alonso Novelo, debe de revisar y aprobar los registros sanitarios de medicamentos importados. La medida echa a la basura la solicitud de la industria instalada en México de que las compras internacionales encargadas a la UNOPS fusen bajo el criterio de “Piso Parejo, pues a las empresas agrupadas en la AMELAF a cargo de Juan de Villafranca o en CANIFARMA que lleva Patricia Faci la Cofepris les suele dilatar en hasta 2 años los registros. En los hechos equivale a una reducción unilateral de aranceles. Mas neoliberal, imposible.

mflores37@yahoo.es

@mfloresarellano