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A dos meses de acudir a las urnas (6 de junio), donde habrá en juego más de 21 mil cargos de elección popular, las campañas políticas se han convertido en una guerra de lodo. Las acusaciones siembran desconfianza y fomentan la violencia. El país está polarizado.

Vivimos tiempos difíciles. El combate a la pandemia, la corrupción y la impunidad, serán evaluados en las urnas. Por primera vez, las 32 entidades federativas tendrán una elección local el mismo día.

Ante “la madre de todas las elecciones”, los actores políticos se están radicalizando. Tenemos un Presidente reavivando su base social, peleándose con sus adversarios políticos y descalificando al árbitro electoral.

La embestida ha sido frontal, por lo que el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, respondió que el amedrentamiento no va a prosperar. Y que “El INE seguirá siendo un árbitro vigilante y sin protagonismos ni estridencias retóricas”.

Por lo que respecta al PRI, PAN y PRD están prácticamente desdibujados en la escena pública. En 2018 perdieron miles de afiliados, y muchos de sus liderazgos nacionales o estatales los abandonaron.

Una vez más, el abstencionismo es el gran enemigo a vencer. Los partidos políticos se encaminan a la elección divididos y desacreditados. La pandemia cambió la forma de buscar el poder y gobernar. La muerte nos provoca miedo e incertidumbre.

El modelo tradicional del político populista que le dice a la gente lo que quiere oír, que juega con las esperanzas y la buena fe de la gente, empieza a devaluarse.

Un estudio de opinión del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) “Cultura política y asuntos de interés ciudadano de cara a las elecciones 2021” revela que una tercera parte de los mexicanos no se identifica con algún partido político.

El hartazgo ciudadano se manifiesta de diversas formas. En la encuesta aplicada por el ITESO, se destaca que el 45 % de los encuestados desconoce la fecha de la elección, el otro 55% lo sabe y en su mayoría son mayores de 30 años, un dato interesante, pues los jóvenes siguen sin interesarse en la política.

Sobre los temas prioritarios de cara a las elecciones, el 74% de los encuestados respondió que la salud de la población frente a la pandemia es responsabilidad del gobierno federal; 13% del gobierno estatal y 13% del municipal.

La seguridad, permanece como una demanda de urgente atención a los candidatos que buscan ganar las elecciones, con un 27%; seguido por la salud con 26%; la economía con 21% y educación con 15%.

En materia de problemas sociales a resolver por los aspirantes a gobernar, están en primer lugar la violencia contra las mujeres con un 39%; la violencia contra los niños 30% y el medio ambiente con 22%.

En los temas mediáticos, el 55% de los ciudadanos consultados apoya la despenalización de la producción y consumo de mariguana; 67% está a favor de la legalización de matrimonios entre personas del mismo sexo y 51% respalda la despenalización del aborto.

Así las cosas, los resultados de las elecciones intermedias serán producto del miedo, muertes y de indignación por la falta de seguridad, de empleo y de bienestar económico.

¿Nos quedamos así o cambiamos? El poder está en nuestro voto.

Vericuentos

Violencia política

Arrancaron las campañas. La consultora Integralia advierte que se podría registrar un repunte en las agresiones contra candidatos a puestos de elección popular. Tan sólo de septiembre de 2020 a febrero de 2021 se registraron 90 incidentes de violencia política en México, de los cuales derivaron 108 víctimas: 75 asesinados –al menos 11 eran candidatos o aspirantes a puestos de elección popular– y 33 heridos. Carlos Rubio, gerente de riesgo político de Integralia, advirtió que, en este proceso electoral, el crimen organizado buscará hacerse del control de los gobiernos municipales. ¡Sopas!

Iglesia vs. polarización

Una vez más, la iglesia católica alza la voz para advertir sobre el clima de confrontación que se registra en México. A través del editorial del semanario “Desde la fe”, señaló que “en medio del desorden social que ha reinado en el país en estos días santos con violencia, discriminación, videoescándalos, injusticias, impunidad, xenofobia y descalificaciones entre instituciones”. Destaca que esta Semana Santa ha tenido que celebrarse en medio de una gran contradicción en la patria, ya que mientras algunos han decidido renovar su fe, otros continúan sirviendo a la violencia y a la muerte. ¡Oh, my God!

@guillegomora