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Es indispensable recordar que si alguien todavía piensa que la presidenta Claudia Sheinbaum va, algún día de estos, a tomar distancia de su antecesor y maestro Andrés Manuel López Obrador, pues por enésima ocasión la realidad se les planta en la cara  y como más reciente muestra, está el rechazo enfático de la jefa del Ejecutivo a las críticas de la Organización de Estados Americanos, (OEA), a la aberración que fue la dizque elección judicial, que cumplió ya una semana y recomendó, en un informe presentado, no replicar este ejercicio.

Bueno, pues a Sheinbaum Pardo no le gustó para nada la crítica –sustentada, hay que subrayar-, que le hizo la OEA y dijo que no está dentro de las funciones de ese organismo “recomendar cómo un país debe elegir al Poder Judicial”.

Desde Morelos la presidenta se quejó del desacuerdo con la OEA, lo que viene a comprobar además que desde Palacio Nacional hasta el partido Morena, tienen la piel sumamente delgada y no soportan la más mínima crítica y solo quieren oír las voces que le hacen el coro a la mandataria en eso de que México se volvió “el país más democrático del mundo”, lo que es en resumidas cuentas, pura palabrería.

Olvida el oficialismo que las cifras fueron contundentes en este absurdo ejercicio y no se podrán quitar de encima que nueve de cada 10 mexicanos no acudió a votar por eso, el pronunciamiento que emitiera la Secretaría de Relaciones Exteriores, (SRE), que encabeza Juan Ramón de la Fuente, no representa a buena parte de los mexicanos, a la mayoría.

Para comprobar lo anterior, hay que poner atención en que la cancillería manifestó en la carta dirigida al secretario general de la OEA, Albert Ramdin, el “firme rechazo” a las recomendaciones contenidas en el informe preliminar de los observadores de la OEA, al asegurar que “rebasó su mandato e incurrió en acciones contrarias a los principios de la Carta de la Organización”.

Todo es cuestión de “echar un ojo a las redes” para comprobar el rechazo casi unánime en el sentido de que el comunicado de Relaciones Exteriores, de plano no representa a la mayoría de la ciudadanía mexicana que no quiso hacerle segunda al oficialismo hace una semana.

AMLO Y LA OEA

Y sobre el “cordón umbilical” que todavía tiene Sheinbaum con su antecesor y maestro, basta recordar que hace cuatro años, en el 2021, el presidente López Obrador, tuvo un ambicioso proyecto que para fortuna de América no cristalizó. En ese entonces le apostó por asumir el liderazgo regional de América Latina y para ello, evidentemente la OEA, en ese año presidía Luis Almagro, le estorbaba, por eso el tabasqueño se dedicó a desestimarla.

 Varios fueron los ataques del de Tepetitán que ya se sentía no solo el mesías tropical, sino el de toda América Latina, cuando su gestión se caracterizó por simplemente, no funcionar en política exterior. Recuérdese además que el expresidente no acudió durante toda su administración a ningún foro internacional, lo que indicó que el tabasqueño siempre estuvo muy, pero muy lejos de ser un estadista o un guía de Latinoamericano; ahí están también los pleitos que tuvo con presidentes no afines a su proyecto.

En la reunión de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de ese mismo año, cuya presidencia temporal tenía México, fue donde López Obrador dio un contundente discurso a favor de la unidad de América Latina y propuso relegar la OEA, así que bien puede concluirse que dicho organismo está entre los desquites del expresidente mexicano.

Por lo menos y quizás en la única diferencia, al parecer, Claudia Sheinbaum no pretende erigirse como la líder de América Latina, por lo menos hasta el momento.

MUNICIONES

*** Luego de que el flamante presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña tuviera que cerrar la boca por el plantó que le dio ni más ni menos que el embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, este diplomático se ocupó de asuntos más prioritarios que visitar a un personaje tan menor que está entre el delirio y la ineficiencia. En ocasión de las redadas que se llevan a cabo en Los Angeles para arrestar a migrantes mexicanos, el diplomático norteamericano señaló: Los manifestantes violentos en Los Angeles no representan al pueblo mexicano: digno y trabajador, que conocemos y respetamos. Nuestras acciones protegen a todas las comunidades y refuerzan el Estado de derecho. México es nuestro socio y nuestras naciones están profundamente unidas”.

*** En la recomendación del día: no hay que decirle Andy a Andy porque se enoja.

morcora@gmail.com