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El senador Ricardo Monreal Ávila asentó que el gran reto en el campo mexicano consiste en abatir la pobreza, crear las condiciones para fortalecer la producción y la productividad en un marco de legalidad y sustentabilidad ambiental, pero también con mejores condiciones de vida para los habitantes del sector rural. 

Durante un encuentro que sostuvo con el Consejo Nacional Agropecuario, el coordinador parlamentario de Morena asentó que este desafío “es mayúsculo”, pero los 17 millones de personas que viven en condiciones de pobreza en el medio rural ameritan que el Estado promueva políticas públicas para el desarrollo del sector.  

Lo anterior, con ideas avanzadas de negocios entre inversionistas y productores; acompañamiento técnico e innovación tecnológica que se traduzca en el mejoramiento de la capacidad productiva, en beneficio de todos. 

“Otro campo sí es posible, si se trabaja de la mano con los productores, hombres y mujeres, con los sectores social, privado y público, a fin de lograr una gobernanza legal, efectiva, con paz social, seguridad y desarrollo económico, que se traduzcan en oportunidades para sus habitantes y una mejor calidad de vida”, consideró. 

El líder de Morena en la Cámara de Senadores puntualizó que se debe promover un mayor acceso al crédito, especialmente a pequeños y medianos productores, para que dispongan de capital líquido y poder adquirir semillas fertilizantes, acopiar la producción y esperar el momento apropiado para su venta. 

Para detener el avance del cambio climático, enfatizó que tienen que cuidarse los recursos naturales con un aprovechamiento sostenible. “Es indispensable que la producción de alimentos agropecuarios y materias primas para la cadena productiva y de transformación se lleve a cabo preservando los servicios ambientales”. 

Entre otros datos, Ricardo Monreal refirió que, al cierre del 2020, el sector primario representó sólo el 3.5 por ciento total del PIB nacional, con un valor de 616 mil millones de pesos, por lo que, a pesar de ser el sector más pequeño, tuvo mayor dinamismo. 

Además, a diciembre del 2020, la balanza comercial agropecuaria y agroindustrial, por sexto año consecutivo registró un superávit. En diez meses de ese año, destacó, el valor de las exportaciones agroalimentarias de México fue el más alto, desde 1993, que en mucho se explica por el Tratado comercial de México, Estados Unidos y Canadá. 

Sin embargo, también hay problemas en el campo. Los sistemas productivos rurales se han visto gradualmente desarticulados por el creciente flujo de población rural hacia las ciudades, como resultado de procesos estructurales, pobreza, violencia, que propician su abandono en las 188 mil localidades, con hasta dos mil 500 habitantes y con ello, una dispersión de su población. 

El fraccionamiento y minifundio, dijo, son algunos de los principales problemas que se enfrentan, pues nueve de cada diez productores del sector agropecuario, forestal o pesquero son pequeños o medianos, y el envejecimiento de las y los productores es creciente, según el INEGI, el 46 por ciento tiene 60 años o más. 

A pregunta expresa, Ricardo Monreal reiteró que la reforma constitucional que planteó el Ejecutivo Federal en materia de eléctrica es de gran calado, por lo que “no conviene acelerar su aprobación”, ya que es necesario escuchar a todos los sectores productivos, económicos, sociales, científicos, académicos y técnicos que están involucrados.  

El coordinador parlamentario de Morena dijo que una vez que la Cámara de Diputados apruebe el proyecto y lo envíe al Senado, “vamos a abrir la discusión para escuchar, en Parlamento Abierto, a los sectores que así lo deseen”. 

Aseguró que las y los senadores actuarán con libertad y con una reflexión profunda en este debate, porque es necesario cuidar la pulcritud del proceso legislativo de las reformas constitucionales.  

“Es una reforma de gran calado, que no es una fachada, porque modifica profundamente a todo el sistema de prestación del servicio en materia eléctrica”; de entrada, agregó, desaparece a dos órganos autónomos: a la Comisión Reguladora de Energía y a la Comisión Nacional de Hidrocarburos.  

Además, el Centro Nacional de Control de Energía, concebido como un órgano técnico autónomo, se reincorpora a la Comisión Federal de Electricidad; se eliminan los contratos de abastecimiento privado de energía; y se establece una nueva composición de “54-46”, para mantener la mayoría del servicio en el sector público”. 

“Vamos a esperar el debate. Lo que sí me parece correcto es que se abriera la discusión, que se escuchará a los sectores productivos económicos, sociales, y que no se tomará con precipitación una decisión”.  

“Son de las leyes que no conviene acelerar su aprobación”, porque tiene muchos efectos colaterales, en la economía, en la inversión extranjera, en la inversión pública y en las decisiones públicas”.  

El legislador consideró que los cambios a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política son de la mayor trascendencia y forman parte de la agenda legislativa del Ejecutivo Federal, que desde su campaña planteó la necesidad de recuperar al sector de la energía eléctrica, que sufrió alteraciones en el 2013.  

Monreal Ávila dijo que se requiere mayoría calificada para avalar esta propuesta, por lo que se tendrá que convencer a los demás Grupos Parlamentarios “si es que se quiere aprobar en sus términos, pero creo que podemos construir una reforma que atienda las preocupaciones de todos”.  

En síntesis, en el campo se profundizan las desigualdades de acceso al ingreso, la educación, la salud y a veces esas desigualdades generan incertidumbre y violencia que se requiere atender y resolver.