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En la bancada del Grupo Parlamentario del PRI (GPPRI) en el Senado de la República expresamos nuestro más firme rechazo por la grave violación a los derechos humanos por parte de la administración del presidente Trump al iniciar redadas masivas contra migrantes que viven en la unión americana.

Expresamos nuestra solidaridad con los migrantes, y sus familias y exigimos a las autoridades del gobierno mexicano estar a la altura de las circunstancias y defender los derechos humanos de la comunidad hispano-mexicana y de los connacionales que viven en los Estados Unidos de América, tras la puesta en marcha de las redadas migrantes en el país vecino, así como asumir la responsabilidad de velar por los derechos e integridad nuestros paisanos y se les brinde apoyo y asesoría legal a través de los consulados de nuestro país acreditados ante el gobierno estadounidense.

La detención de los posibles migrantes indocumentados presupone una discriminación racial basada en el aspecto de una persona, lo cual es contrario a los derechos humanos básicos establecidos en la Carta Internacional de Derechos Humanos.

Este tipo de acciones racistas pone en riesgo a cientos, quizás miles de mexicanos que radican legalmente, e incluso que cuentan con nacionalidad estadounidense y que por su sola apariencia se verán seriamente afectados en sus derechos humanos al ser detenidos como consecuencia de esta irracional medida.

Recordamos que la absoluta mayoría de los mexicanos que viven en Estados Unidos sin documentos, lo hacen trabajando arduamente, abonando al crecimiento de la economía en ese país y contribuyendo al bienestar de la sociedad estadounidense en su conjunto, tanto con su trabajo, como vía el consumo y el pago de impuestos al consumo. Estamos seguros de que, a través del respeto irrestricto a los derechos humanos de los migrantes, la observancia de la ley, el diálogo y la cooperación, México logrará atender de manera adecuada esta coyuntura migratoria.