Esta semana será también sumamente difícil para la presidenta Claudia Sheinbaum y dentro de las preocupaciones que la agobian va a hacer lo lógico. Así, tan presurosa como afanosa, buscará una nueva llamada telefónica ni más ni menos que con el presidente Donald Trump, toda vez que éste último anunció que la imposición de aranceles del 25 por ciento en contra de las importaciones de México y Canadá va con paso firme y de acuerdo a lo planeado para entrar en vigor a partir del 4 de marzo y como defensa, -que por cierto no la necesita-, el inquilino de la Casa Blanca argumentó el abuso que dichos países han provocado a la industria estadounidense.
Vamos a ver si la semana entrante, Trump vuelve a decir que Sheinbaum Pardo es una “mujer maravillosa”; lo sería si se sigue doblegando a los designios del presidente norteamericano y todo indica que esa será la tendencia que asumirá la inquilina de Palacio Nacional que sigue sin librar otro importante escándalo que se cierne sobre su cabeza. O sea, se podría aplicar aquel famoso y sabio refrán que dice: “no sale de una cuando ya se metió en otra”.
Ahí está como prueba de lo anterior el escandalazo del fin de semana que ha terminado en una guerra donde Morena y el PAN se avientan lodo de un lado a otro y en la salpicadera, que baña al partido guinda de pies a cabeza, la jefa del Ejecutivo queda cada vez más embarrada.
Ahora resulta que uno de los abogados de Ismael “el Mayo” Zambada, ya se quedó sin amigos ni cercanos; al parecer desde este remolino de señalamientos y acusaciones, Juan Pablo Penilla Rodríguez será el “apestado”.
En esta errada y llamada cuarta transformación, ahora en su segundo piso, están que no se la acaban de angustia y que todas las fotografías con personajes como por ejemplo el flamante presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, pues los morenos, ni lo conocían ni sabían de su existencia, menos de sus actividades. Además, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, ya ni se acuerda que lo nombró su asesor honorífico y muy especial, y si lo topa en la calle, ni lo conoce. ¡Qué tal!
Por si lo anterior fuera poco, el diputado del PAN, Jorge Triana señaló que el asesor legal del “Mayo” Zambada, estuvo presente en eventos de campaña de Claudia Sheinbaum y agregó que Sergio Arturo Ramírez Muñoz, uno de los integrantes del despacho que asesora al narcotraficante entregado a Estados Unidos por su ahijado, milita en Morena.
Y así como para que el golpe fuera más certero, los diputados albiazules Federico Döring, Héctor Saúl Téllez y el propio Jorge Triana Tena, dejaron ver que existe fundada sospecha de que los despachos que defienden a narcotraficantes hayan operado el financiamiento de campañas del partido guinda.
A propósito y hablando del diputado Gutiérrez Luna, él tuvo a su cargo lanzar el lodo al PAN, publicando por las redes que fue la exdiputada albiceleste Teresa Castell del Oro quien en junio del 2023, -antes que el asesor jurídico de Zambada se volviera “el apestado”-, solicitó el salón Legisladores de la República, “para llevar a cabo el Foro Excelencia Profesional”, donde fue reconocido Penilla Rodríguez como “Embajador Internacional por la Paz.
En su defensa, Teresa Castell señaló que el reconocimiento se entregó a una asociación civil, pero cómo olvidar que la hoy flamante diputada Lucía Trasviña, cuando era senadora, junto con otra destacada morenista, Ana Lilia Rivera, le entregaron a Penilla el premio Patria ProHumanitas por su labor en derechos humanos.
Ahora bien, si el Mayo Zambada, en la carta que envió al gobierno mexicano, amenazó con desestabilizar y cimbrar las relaciones entre México y Estados Unidos, esto se puede traducir en que el poder que aún tiene el narcotraficante mexicano es mucho y en todo caso, dicha carta constituye una trampa para la presidenta Sheinbaum; el chantaje de un criminal que sin duda sabe mucho y va a hablar tanto verdades como mentiras, en lo que se supone que involucrará a la mismísima jefa del Ejecutivo como a su antecesor y maestro, Andrés Manuel López Obrador.
El que abra la boca el aludido narcotraficante se convierte en un arma política que Zambada va a utilizar a su favor ya que cualquier cosa que diga será magnificada. Con razón, la presidenta Sheinbaum Pardo se cuida mucho de mencionar por su nombre a el “Mayo” Zambada. Es una situación de la que debería sentir temor, aunque ella lo niegue.