Compartir

Una posición digna, sin duda, asumió la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que preside la ministra Norma Piña Hernández, salvo, desde luego, las ministras que son coro y fieles seguidoras de esta errada y llamada cuarta transformación, ahora en su segundo piso y que ya se dan empellones entre ellas mismas para relevar a la ministra Piña en la presidencia del máximo tribunal y ellas son: la “pirata” Yazmín Esquivel; esa que se da baños guindas de pureza, Lenia Batres y Loretta Ortíz, quienes a pie juntillas siguieron en la discusión el guión que se les dictó desde Palacio Nacional al coincidir en que la Suprema Corte nuevamente pretende extralimitarse en sus atribuciones.

No, en este punto habría que aclarar que quien se extralimita y en los días recientes se ha acabado de llenar de soberbia y está dispuesta a llevar adelante uno de los últimos caprichos de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, es ni más ni menos que la presidenta Claudia Sheinbaum. Cuestión de recordar los desaires y groserías que ha hecho al Poder Judicial, especialmente a los que no están de acuerdo con ella en el marco del aniversario de la Constitución, celebrado en Querétaro, que se convirtió en un mitin más de Morena y sus rémoras.  

Y de paso con esa posición tan digna como profesional de la Corte, ojo, de los ministros a los que esta errada y llamada cuarta transformación, ahora en su segundo piso, pretende acallar, además de la ministra presidenta de la SCJN, los ministros Javier Laynez Potisek; el ponente  Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Jorge Pardo Rebolledo, pusieron en su lugar a la siempre servil a la actual administración, Mónica Soto, presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien, como se recordará, había pedido a los ministros señalados que se excusaran de la votación de para discutir un conflicto entre jueces de  amparo y el propio Tribunal Electoral sobre suspensiones contra la controvertida reforma al Poder Judicial, porque se han manifestado públicamente en contra de la tan llevada y traída reforma judicial.

Aquí no sobra preguntarse por qué el TEPJF no fue parejo e igualmente hubiera planteado el impedimento de las ministras afines a Palacio Nacional y a todo lo que tenga que ver con Morena, porque las evidencias ahí están; desde hace tiempo, la “cachirula” Esquivel, Batres y Ortiz Alhf, han apoyado públicamente la reforma judicial y ya tienen más que puestas las playeras de candidatas para la elección de junio.

El ponente, Gutiérrez Ortiz Mena, por su parte, subrayó que los impedimentos son inatendibles, ya que el Tribunal Electoral no es parte en esta controversia, misma que no podía afectar sus intereses ni sus facultades, ya no se trata de un litigio o proceso contencioso para resolver una disputa.

Por su parte, el ministro Láynez acusó respecto a que la intención del TEPJF, concretamente de la presidenta, Mónica Soto y sus incondicionales Felipe de la Mata y Felipe Puente, para bloquear la votación de la controversia.

En resumidas cuentas, la SCJN dictaminó que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no puede anular amparos sobre la elección judicial.

Diversos especialistas estiman que hay que considerar no toda la reforma judicial es electoral y la posición que ha tomado el Tribunal Electoral de no acatar las decisiones, es extralimitarse en sus funciones, o para ponerlo en términos llanos, el servilismo de Mónica Soto y magistrados que la acompañan no tiene medida.

Finalmente, con esta controvertida reforma, el Poder Judicial ha perdido el peso que tenía en esos intentos del Ejecutivo por doblegarlo y peligrosamente nos encaminamos al autoritarismo.

MUNICIONES

*** Se consuma el robo en despoblado y ayer por 71 votos a favor, 36 en contra y dos abstenciones, se aprobó en lo general el dictamen que reforma la Ley del Infonavit y la Ley Federal del Trabajo. Con eso, se supone que el Infonavit, cuyo titular es el flamante Octavio Romero Oropeza, sí, ese personaje que dejó en números rojos y quebró Pemex, podrá crear una empresa filial para construir vivienda, además de dar arrendamiento accesible y con opción de compra. Pero todas estas buenas intenciones, no son más que una frágil cortina para cubrir los verdaderos propósitos de esta errada y llamada cuarta transformación ahora en su segundo piso: apropiarse de la manera más vil de los recursos de los trabajadores.

morcora@gmail.com