En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra, la diputada federal de Morena, Rosy Urbina Castañeda, recordó que México debe seguir avanzando hacia la transformación ambiental, a través de políticas públicas que integren tres principios que son fundamentales para un país más sustentable.
La legisladora por el distrito 12 de Tapachula, Chiapas, sostuvo que, para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 y detener el deterioro ambiental, México necesita avanzar hacia un esquema en el que la basura deje de ser un problema para convertirse en una fuente de valor, empleo e innovación.
“Para lograrlo, necesitamos actualizar nuestras leyes, fortalecer nuestras instituciones y comprometernos, desde todos los frentes, con una verdadera transformación ambiental”, dijo.
Rosy Urbina afirmó que en línea además con la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum, se debe impulsar el marco legal de políticas públicas que consideren nuevas definiciones y clasificaciones adecuadas a las necesidades contemporáneas como justicia ambiental, residuos de manejo especial, valorización energética, reciclaje mecánico y químico.
En ese sentido, la diputada reafirmó su compromiso por seguir impulsando iniciativas que introduzcan los principios de una nueva visión sobre la producción, consumo y disposición final de residuos.
Recordó la iniciativa que presentó para reclasificar los encendedores desechables como residuos peligrosos, por su volatilidad, contenido de gases tóxicos y lenta degradación.
“Cada año se desechan más de 1.5 billones de encendedores a nivel mundial, la mayoría fabricados con plásticos no reciclables y cargados con gas isobutano. Los encendedores de gas desechables pueden y deben ser clasificados como residuos peligrosos”, dijo.
Y enfatizó que en este tipo de iniciativas debe permear el fortalecimiento del principio de responsabilidad compartida pero diferenciada. “Esto implica que todos los actores —productores, importadores, distribuidores, comerciantes, y también los gobiernos y la sociedad civil, por supuesto y de manera más importante, los consumidores— todos tenemos que participar de manera proporcional a su impacto en la generación y manejo de los residuos. No se trata de repartir culpas, sino de asumir compromisos reales”.
Asimismo, deben ayudar en la transición hacia una economía circular. “Debemos abandonar el arcaico modelo lineal de ‘extraer–producir–consumir–desechar’ y avanzar hacia uno que priorice la reducción, la reutilización, el reciclaje y valorización de los residuos”.
Y, por otro lado, se deben establecer mecanismos claros para fortalecer la coordinación entre los tres órdenes de gobierno, mejorar las capacidades institucionales, y garantizar la transparencia y rendición de cuentas en la operación de los sistemas de gestión de residuos.
“Recordemos que el bienestar y salud del pueblo de México no son metas opuestas, sino objetivos inseparables. Con responsabilidad, compromiso y visión de futuro, avancemos juntos hacia la transformación de un México más sustentable”, concluyó Rosy Urbina.