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En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, las senadoras Geovanna Bañuelos, Ana Karen Hernández, Liz Sánchez y Yeidckol Polevnsky, así como el senador Alberto Anaya Gutiérrez llamaron a las autoridades de los 3 niveles de gobierno a garantizar la seguridad de las mujeres que participen en la marcha del 8 de marzo en conmemoración de la lucha histórica por el reconocimiento e igualdad de derechos.

Mediante un punto de acuerdo presentado al Pleno del Senado, las legisladoras y el legislador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo también pidieron que se instruya la implementación de protocolos para la atención y gestión de la protesta pacífica de las ciudadanas y colectivos que saldrán a la calle en todo el país.

Al fundamentar la proposición, la senadora Geovanna Bañuelos recordó que el Día Internacional de las Mujeres es una fecha clave para la reflexión, la lucha y la reivindicación de derechos femeninos. Un día para reconocer los avances en materia de igualdad, pero también para denunciar las violencias que persisten contra mujeres y niñas.

Señaló que en México, el problema de la desigualdad y la violencia contra las mujeres continúa en aumento. A nivel nacional, del total de mujeres de 15 años y más, 70.1 % han experimentado al menos un incidente de violencia a lo largo de su vida.

“De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) del Inegi, la violencia psicológica es la que presenta mayor prevalencia, 51.6 %; seguida de la violencia sexual, 49.7 %; la violencia física, 34.7 %; y la violencia económica, patrimonial y/o discriminación, 27.4 %”, detalló la legisladora.

En este sentido, la senadora petista enfatizó que las marchas que se realizan el 8 de marzo de cada año cobran especial relevancia como espacios para la manifestación pacífica de las ideas, la lucha por la igualdad y el reconocimiento de los derechos de todas las mujeres mexicanas.

Por ello, dijo, las autoridades de los tres niveles de gobierno deben brindar las condiciones para que las marchas y manifestaciones que se realizarán por mujeres y colectivos feministas el próximo sábado 8 de marzo se realicen con total libertad y con pleno respeto de sus derechos humanos.

“No debe existir una injerencia indebida o acoso por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, sino que debe garantizarse la mayor libertad para que las mujeres se manifiesten”, apuntó.