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Para hacer frente a la creciente ola de despidos que vive el sector público de México como resultado del proyecto de austeridad republicana del Ejecutivo Federal,  diputados exigieron al gobierno  garantizar una gestión pública y un sistema profesional del servicio público de calidad.

La diputada Federal Mónica Almeida dijo paralelamente es necesario contar con un servicio público de calidad, donde las decisiones sobre ascensos correspondan al grado de responsabilidad, escolaridad, experiencia y capacidad de desempeño, es decir, a un servicio civil de carrera.

“Como gobierno debemos velar para que todos los mexicanos reciban la mejor atención a las necesidades cotidianas de la vida diaria, pero sobre todo contar con un gobierno que promueva la evolución de la gestión pública de calidad centrada en una administración pública eficiente y excelente para la sostenibilidad económica, social y medioambiental. De aquí el valor de que los funcionarios públicos tengan la capacidad y conocimiento necesario para desempeñar sus labores”, comentó.

La legisladora destacó la falta de criterios de la administración actual al despedir a empleados sin considerar su eficiencia dentro del sector. Advirtió que la falta de juicio para la toma de estas decisiones sin duda puede desencadenar laudos costosos para la administración pública federal y dificultar más el logro de una Gestión Pública de Calidad, hoy establecido como un derecho invocable por los ciudadanos.

“Hasta el momento los despidos se han realizado sin evaluar las capacidades, experiencia y conocimientos particulares de las personas, convirtiéndolos en simples números con el fin de mostrar un ahorro, pero si dentro de los despedidos se considera esta opción como la indicada para tener un buen rendimiento, se está corriendo el riesgo de contar con personal incapaz de realizar sus labores, desperdiciar experiencia y capacitación, condenando la eficiencia del gobierno y con ello el crecimiento nacional”, agregó 

Por otro lado, la perredista comentó que “la austeridad no debería ser sinónimo de desempleo, sino todo lo contrario, poder hacer más con menos y de mejor manera”.  

No podemos ignorar que la Gestión de Calidad se ha convertido en un derecho y que debe establecerse en marcos normativos con la que se propicie hoy más que nuca una garantía de seguridad jurídica frente a la discrecionalidad para demandar una Gestión Pública de Calidad.