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El desarrollo integral de la primera infancia,  que corresponde del nacimiento a los cinco años de edad, debe ser reconocido como derecho humano en la Constitución Política de los mexicanos y en ese propósito, la diputada federal del PRI, Laura Barrera Fortoul, presentó la iniciativa de

ley, para adicionar el artículo cuarto de  la Carta Magna, a fin de crear el andamiaje jurídico que tutele la integridad de los niños y las niñas en México.

Promover, respetar, proteger y garantizar  el desarrollo integral de la primera infancia como un derecho humano es imperativo; además, dijo, los cambios contemporáneos, como la inclusión de la mujer al mercado laboral y la transformación de la estructura familiar, nos obligan a repensar el cuidado y atención de la infancia.

“Todos los niños y niñas que se encuentren en territorio nacional  deben considerarse sujetos sociales con derecho a un desarrollo integral, vivir en un ambiente libre de violencia, tener revisiones médicas y control de su crecimiento, ser alimentados sanamente, tratados con respeto, respetar sus tiempos de juego parental y estimulación oportuna, asistir a la escuela donde se estimule el desarrollo infantil temprano y con mecanismos destinados a fortalecer su sano crecimiento”, expuso la legisladora por el Estado de México.

Con base en  investigaciones neurobiológicas, destacó que  el desarrollo integral en la primera infancia es vital para potencializar capacidades y habilidades de los seres humanos; es el periodo en el que se adquieren con mayor facilidad los distintos tipos de conocimientos y habilidades, sembrándose así la semilla de los diferentes tipos de herramientas con las que las personas podemos desarrollarnos durante nuestra vida.

En estas condiciones, los primeros cinco años de vida son fundamentales, ya que estructuran el pensamiento y forman las bases de lo que dependerá el aprendizaje, el comportamiento y la salud, y  la solidez o fragilidad de estos cimientos, tendrán un fuerte impacto en el desarrollo, en lo que una niña y un niño podrá alcanzar como adulto.

Barrera Fortoul explicó que estas nuevas formas de atención de la primera infancia, exigen fortalecer los vínculos paternales y redes de apoyo familiar y comunitario para reducir los factores que afectan el desarrollo infantil, como los asociados al maltrato, abandono y desvinculación efectiva que influyem de manera directa en la salud física y emocional de nuestros niños.