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Tal parece que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo echa las campanas al vuelo de manera tan anticipada como exagerada al celebrar el primer encuentro que tuvieron ni más ni menos que el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, con Marco Rubio, el controvertido secretario de Estado en el gobierno de Donald Trump y podría señalarse, el segundo hombre más poderoso de la Unión Americana después de su jefe.

Resulta que en su conocida y gustada mañanera del pueblo, la presidenta sonrió con ese gesto forzado, siguió llamando a la calma porque según ella “no pasa nada”, e informó que el canciller mexicano había estado en un encuentro cordial con el secretario Rubio.

De acuerdo con el Real Diccionario de la Academia Española, cordial significa: “que tiene virtud para fortalecer el corazón” y en otra definición señala: “afectuoso de corazón”. Pero además, la citada palabra, por lo menos en México, es la más utilizada de manera oficial cuando se refiere a un encuentro entre dos partes opuestas.

Entonces, se supone que esta errada y llamada cuarta transformación ahora en su segundo piso, quiere enviar el mensaje que la reunión entre el doctor De la Fuente y Marco Rubio, se habría desarrollado en los mejores términos.

Y puede que sí, que ambos personajes se cayeron muy bien, pero de ahí a que el hijo de migrantes cubanos se hubiera mostrado “afectuoso de corazón”, hay una distancia amplísima, entre otras razones, porque el exsenador por Florida, no comparte los objetivos de esta errada y llamada cuarta transformación; está muy bien alineado a las órdenes de su jefe, desde su primer paso por la Casa Blanca, así que las propuestas que le hiciera el titular de la SRE de México sobre tema migratorios, no parecieron importarle absolutamente nada al norteamericano.

Eso sí, sin embargo, la única moneda de cambio que tiene la administración de Sheinbaum Pardo la utilizó desde este primer encuentro y ahí está como prueba que De la Fuente informó que se restableció el programa «Quédate en México», con algunas adecuaciones.  

Sin profundizar, la jefa del Ejecutivo dio a conocer que en el citado encuentro, se abordaron otros temas preocupantes  como el cambio de nombre del Golfo de México que de manera tan arbitraria hizo Trump así como el delicado asunto de que los carteles mexicanos sean consideradas organizaciones terroristas, así que de cordialidad, no hay mucho que esperar, sobre todo porque el secretario de Estado norteamericano, reiteró que la relación del poderoso vecino del norte con América Latina, no tiene más puntos en la agenda que frenar la migración ilegal, ¡que tal!

Además, pareciera que el exrector de la UNAM es el que está haciendo toda la chamba pues como que el embajador de nuestro país en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, ha tenido más bien una posición pasiva, como que no se quiere meter en mayores problemas.

Por lo demás, este encuentro se dio cuando Trump, ha recrudecido su política en contra de los migrantes y la frontera con nuestro país se ha cerrado para los indocumentados, incluso, para que ya tenían respuesta sobre su solicitud de asilo porque eso, para el delirante mandatario de Estados Unidos, es una clara invasión.

MUNICIONES

*** El flamante presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, opinó sobre los ataques de Trump contra los migrantes ilegales: “me parece que hacer este manejo fascista, ese manejo racista de querer usar como el sambenito de la maldad y la perversidad a los migrantes generando xenofobia es muy irresponsable de cualquier persona, pero si se hace desde el poder, desde una responsabilidad del titular, del Ejecutivo de los Estados Unidos, es delicado”. Sí, tiene razón, pero en lo que no la tiene es en que con el cargo que tiene, definitivamente no cuida sus palabras y sus acciones, sigue como siempre. Como quiera, Fernández Noroña dice que no va a cambiar. Por lo menos avisa.

morcora@gmail.com