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Quién lo diría, la presidenta Claudia Sheinbaum viene a ponerle capítulo final ni más ni menos que a la venganza que orquestó su antecesor, Andrés Manuel López Obrador en contra del Poder Judicial, cuando envió al Congreso de la Unión su controvertida reforma a este Poder que tiene como objetivo final, mediante una amañada elección, poner como jueces, ministros y magistrados a gente eminentemente cercana a Morena y en la que se han privilegiado las tómbolas, sí, esas de las que se compone la vida, ¿no?

Pero también la jefa del Ejecutivo está muy enojada, con lo que ha asumido una actitud exactamente igual a la de su antecesor y mentor, porque integrantes del Poder Judicial, han puesto en evidencia los muchos errores que ha tenido este inédito proceso y eso le ha molestado mucho a Sheinbaum que creé “a pie juntillas” en la frase que acuñara el de Tepetitan, aquella de que “amor con amor se paga”.

En su mañanera del pueblo, con el gesto casi, casi descompuesto, anunció que así, con hielo y distancia, respondía al Poder Judicial. ¿Será acaso que quiere que el evento que se llevará a cabo hoy en Querétaro ella y nada más ella sea el centro de atención?, sobre todo ahora que difícilmente y como puede, capotea las amenazas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y logró aplazar por un mes la imposición de aranceles a productos mexicanos. Después, se reitera, quién sabe qué pase, más aún cuando Canadá se sumó a la postura del inquilino de la Casa Blanca.

Conviene recordar, tomando el tema inicial, que cuando Sheinbaum Pardo tomó posesión, en la ceremonia en el Congreso, sonriente se acercó a saludar hasta de beso a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, ante la mirada de visible enojo de López Obrador y la seriedad y el vacío que le hicieron a la ministra Piña legisladores de Morena y sus rémoras.

 Entonces, no fueron pocos los que se hicieron esperanzas de que la primera mujer presidenta, asumiría una actitud diferente a la del tabasqueño, pero nada de eso ocurrió y ahora le sirve a López Obrador para consumar su venganza en contra del Poder Judicial.

Pues bien, frente a esta evidente grosería y falta de cortesía, magistrados federales pidieron a Sheinbaum comportarse como verdadera y real Jefa de Estado, lo que hasta el momento, por cierto no ha demostrado aunque sus seguidores a cada momento le aplaudan la actitud que ha asumido frente a Trump, pero en ese tema, todavía falta muchísima “tela” para cortar.

Efectivamente y como lo señalaron los magistrados, la celebración del Aniversario de la Constitución, no se trata de su «fiesta de cumpleaños». Sheinbaum Pardo cumple años en junio, justo el día de San Juan y no puede darse el lujo de ser tan arbitrariamente selectiva en una ceremonia oficial, pero bueno, como López Obrador fue tajante al girar sus apreciables instrucciones, pues ni cómo zafarse.

Bien vale la pena recordar lo que señalaron magistrados como Julia María del Carmen García González, en conferencia de prensa.

“Lo que no entiende (Claudia Sheinbaum) y lo que no le queda claro es que no es su fiesta de cumpleaños, no es un mitin político de quienes están a su lado y que comparten sus filias y sus fobias en la política. Es una Jefa de Estado y como tal tendría que comportarse».

Nada más falta que la presidenta de México lleve a sus acostumbrados acarreados a una ceremonia tan solemne. No sería de extrañar.

morcora@gmail.com