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Por Virginia Pérez Souza y Lourdes Aguilar/Foto Francisco Geminiano

El Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que los funcionarios y servidores públicos de su gobierno no tienen la obligación de escuchar “propuestas indecorosas de nadie, y en el caso de mis familiares ni siquiera de recibirlos en sus oficinas o contestarles el teléfono, Nada de nada”.

A través de una circular aseguró que de no cumplirse con esta recomendación se podría caer en actos de deshonestidad y en la esfera del derecho penal.

Lo anterior, especifica, incluye a mi esposa, hijos, hermanos, hermana, primos, tíos, cuñados, nueras, concuños, y demás miembros de mi familia cercana o distante.

Destaca que todos están obligados a honrar su palabra y cumplir  con el compromiso de no mentir, no robar y no traicionar la confianza de los mexicanos.

Instruyó a secretarios de Estado, directores de empresas u organismos paraestatales y servidores públicos en general de su gobierno a no permitir bajo ninguna circunstancia la corrupción, el influyentismo, amiguismo, nepotismo, ninguna de esas lacras de la política del antiguo régimen.

López Obrador deja en claro que no acepta bajo ninguna circunstancia que miembros de su familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus recomendados.