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A partir de hoy, por lo que resta de Octubre y hasta el 3 de noviembre se llevará a cabo el Festival de las Flores de
Cempasúchil sobre la avenida Paseo de la Reforma, entre las glorietas del Ángel de la Independencia y la del
Ahuehuete, como preámbulo a las celebraciones por los Días de Muertos, una de las más importantes y milenarias
tradiciones del pueblo mexicano.
Así quedó de manifiesto luego de que iniciara la exhibición y venta de las tradicionales flores de este festejo, con el
que no sólo se reafirman y confirman tradiciones e identidad, sino también se estimulan los procesos económicos,
en beneficio de los habitantes de los pueblos originarios del Valle de México y de todos los involucrados en esta
actividad turística.
Cabe destacar que el 59 por ciento del territorio de la Ciudad de México es suelo de conservación, zonas rurales
como Xochimilco, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tláhuac y Tlalpan, las cuales requieren del apoyo de
consumidores –residentes y visitantes nacionales y extranjeros-, no solo para mantener su economía sino también
para preservar su entorno ecológico.
Así, el festival se enmarca en la sostenibilidad medioambiental, social y económica de las comunidades rurales de la
capital del país. Y, para los productores, llevarlo a cabo resulta fundamental en fechas tan cercanas a las
celebraciones de los días de muertos, cuando en hogares y barrios son tradicionales los altares con macetas y flores
de cempasúchil, uno de los principales productos de las zonas mencionadas.
Respecto de esta última, la Secretaría de Turismo convocó a los habitantes y visitantes de la Ciudad de México a
apoyar a estos productores con sus compras, para enaltecer el valor, identidad, cultura y la conservación de los
recursos naturales.
Esta edición del Festival de las Flores de Cempasúchil se extenderá por las próximas dos semanas, a fin de
promover el consumo de lo local, ayudar a los habitantes y productores rurales de las alcaldías referidas, así como a
la preservación de los suelos de conservación y de las tradiciones y culturas milenarias del México prehispánico.
En este festival estarán representadas 420 unidades productivas, aproximadamente cinco mil familias, dedicadas a
la producción de la flor de cempasúchil, cultivadas sobre suelo de conservación que, de esta manera, contribuyen a
la generación de oxígeno y agua para el Valle de México, al mantenimiento de la biodiversidad local y a la regulación del clima de la capital mexicana.

Los pueblos originarios no fueron conquistados, llevan más de 500 años en resistencia. Mantienen viva su cultura y
en la actualidad disponen de las denominadas rutas agroturísticas que ayudan mucho para que la gente vaya a
comprar de manera directa.
En ambas aceras de esa histórica y bella vialidad se han colocado los puestos de venta de 140 productores de la
emblemática flor amarilla, la cual –según la tradición prehispánica- con su resplandeciente colorido ilumina la ruta
que habrán de seguir las almas de nuestros seres queridos desde el inframundo hasta la ciudad que habitaron y que
fue su hogar para luego partir de vuelta a su última morada.
Otros años se ha registrado el arribo de unos 250 mil turistas a la Ciudad de México, para conocer, disfrutar y ser
parte de esta festividad llena, no sólo de flores de cempasúchil, sino también de los alimentos tradicionales, la
música, las artesanías y los dulces característicos de estas fechas, todo lo cual, era del gusto de los seres queridos
cuando estaban en esta vida.
Se espera que desde hoy y hasta el 3 de noviembre, los turistas que asistan al Festival de las Flores de
Cempasúchil se motiven a conocer más de cómo se viven en la capital mexicana estas tradiciones.