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“Estamos preocupados porque el PRI se ha quedado callado, y lo que queremos es un partido que levante la voz”, expresó David Santos, militante del Sur de la Ciudad de México.

Reunidos en este barrio de tradición agraria, priistas de las alcaldías de Milpa Alta, Tlalpan, Tláhuac y Xochimilco compartieron con la candidata a la presidencia del CEN Ivonne Ortega Pacheco sus opiniones, demandas y visión de futuro sobre el partido.

David indicó que “nos duele que los dirigentes que llevamos a ganar nos traicionaron y se fueron a otro partido para apoyar a Morena, y ahora vuelven para apoyar a la fórmula del otro candidato (Alejandro Moreno). Que entiendan que no los queremos, son traidores, que se vayan, no los necesitamos”.

Tras compartir su experiencia como militante en la Liga de Comunidades Agrarias, Pablo Llanos Alarcón dijo: “Hay unos que son como la Chimoltrufia: así como dicen una cosa dicen otra, y andan por ahí, en otro lado… por eso lo que nos convence de ti es la congruencia, que sigues firme aunque te quieran callar”.

Benito Blancas reconoció “el valor que tienes para denunciar lo que está mal dentro del partido, porque has sido la única que has levantado la voz”.

Dos cosas, mencionó, hay que hacer de inmediato: “aplicar los estatutos y expulsar a los traidores, sobre todo a los que llegan a los cargos de elección y lo primero que hacen es traicionar al partido”.

“Y que el partido hable, que no sea mudo ante las barbaridades de este gobierno federal que empiezan todos los días en las mañanas y se siguen de largo”.

Luis Emmanuel Jiménez indicó que el PRI “debe poner los pies en la tierra y no andar culpando a otras personas de las cosas que se hicieron mal adentro del partido”.

“Si no se moderniza, si se sigue haciendo lo mismo vamos a seguir para abajo. Es hora de construir un partido que sirva a la nación, no pensar en una nación que sirva a un partido”, agregó.

Tras escuchar a los militantes, Ivonne Ortega coincidió en que “hay que despertar al PRI, sacudirlo de esa mala costumbre de encerrarse en las oficinas, hay que salir a la calle, a los barrios, al campo, para encontrar y vivir y sentir los problemas de nuestros militantes, de la gente, y por supuesto, no quedarnos callados”.

Recordó que cuando fue gobernadora de Yucatán “muchos me dijeron “cambia tu teléfono para que no te estén llamando” pero yo he conservado el mismo número y me habla mucha gente porque creo en el contacto permanente, porque creo en mantener los pies bien puestos en la tierra, y la gente nos entera de todo”.

“¿De qué sirve una dirigencia de acarreos, de eventos armados, de discursos y de simulación, si no atiende los problemas de los priistas? La dirigencia que Pepe Alfaro y yo encabezaremos va a ir al territorio, para vivir y sentir los problemas que nuestros militantes viven y sienten todos los días, y con los militantes como ustedes, vamos a atender sus demandas y construir el partido que todos queremos”.