La Dirección Nacional Extraordinaria (DNE) del Partido de la Revolución Democrática (PRD) calificó como un error desaparecer el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval), como parte del programa de austeridad del Presidente Andrés Manuel López Obrador con el argumento de que se abusó de la creación de organismos autónomos.
Lo anterior, luego de que en su conferencia matutina afirmó que no se descarta eliminar esa institución y que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) podría cumplir las funciones.
La DNE integrada por Fernando Belaunzarán, Ángel Ávila, Adriana Díaz, Karen Quiroga, Camerino Márquez, Estephany Santiago y Arturo Prida, desatacó la importancia de esa institución por su labor en la medición de la pobreza y evaluación de las políticas de desarrollo social “lo que no se mide no se puede mejorar y sin evaluaciones se camina a ciegas”.
Recordaron que la reciente remoción del titular Consejo, Gonzalo Hernández Licona, fue una medida que causó consternación pues había demostrado profesionalismo e independencia, fundamental para darle prestigio nacional e internacional al organismo; sin embargo, en cuanto el extitular externó críticas en torno a las políticas de austeridad del gobierno, cuatro días después señalan los recortes presupuestales.
El Coneval no ha sido el único órgano autónomo víctima de los ataques del presidente López Obrador, pues se han sumado la CRE, INAI, INEE, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y el INE, entre otros, que han sido señalados como organismos con falta de transparencia.
Es claro que López Obrador es enemigo de la evaluación, recientemente el INEGI tuvo que cancelar 14 encuestas también por la indolente austeridad, estudios que reflejarían el injusto trabajo infantil y la de prevención con violencia.
Añadieron que López Obrador debe ser el primero en saber que para transformar la realidad hay que conocerla, no confundirla con deseos y mucho de lo que se sabe de pobreza es a través de los estudios que realiza el Coneval.
La DNE afirmó que al Presidente no le gusta escuchar datos que contradigan su optimismo y se niega a ver los datos duros, como el aumento del feminicidio en un 10 por ciento, más de 17 mil asesinatos o las perspectivas de crecimiento económico por debajo del uno por ciento en México.