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El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, aseguró que la toma violenta de la Cámara de Senadores representó un “hecho gravísimo”, pues se trató de un “intento golpista” no sólo por reventar el procedimiento legislativo, sino porque fue un acto “de una irresponsabilidad absoluta” que puso en riesgo a las y los senadores.

En entrevista, afirmó que hay un vínculo “de la oposición con la toma violenta del pleno”, y se trata de un hecho que no debe dejarse pasar.

Expresó que afortunadamente las cosas salieron bien, pero los hechos pudieron haber terminado en una tragedia, ya que el número de personas que estuvieron en los balcones pudieron haber generado que se venciera la estructura, debido a que no está construido para soportar ese peso, “pudo haber acabado muy mal”.

Se trató de un intento para dar un golpe al Poder Legislativo, agregó, particularmente a la Cámara de Senadores, primero “con la denuncia falsa” de que estaba privado de la libertad el senador Francisco Daniel Barreda Pavón, y posteriormente con la toma violenta.

Destacó que cuando se enteraron de que había mayoría calificada buscaron “reventar la sesión”; sin embargo, “al final no lograron su objetivo, no descarrilaron el proceso, no hubo senadores y senadoras lastimadas”.