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Un eventual decreto o acuerdo presidencial para que la Guardia Nacional (GN) dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) sería inconstitucional, toda vez que, de acuerdo con lo establecido en el Artículo 21 de nuestra Carta Magna, “las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional”.

Por ello, desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advertimos que, de mantenerse la intención del presidente de emitir dicho decreto, será fundamental la intervención del Poder Judicial para frenar cualquier intento de quebrantar lo plasmado en nuestra Constitución.

El camino correcto para avanzar en la propuesta presidencial es que exista una iniciativa de Reforma Constitucional en la materia; que ésta pase al Poder Legislativo y ahí se discuta, pues es claro que un poder -en este caso el Ejecutivo-  no puede tomar atribuciones que no le corresponden.

Desde el observatorio ciudadano, Guardianes de la Constitución, donde Coparmex y los colegios de abogacía tenemos una alianza, señalaremos con puntualidad cualquier desviación, incumplimiento o acción de inconstitucionalidad que se presente en nuestro país, pues esperamos que siempre se siga el camino de la legalidad. 

Hoy en nuestro país vivimos una crisis de violencia que ha dejado en los primeros 43 meses de la actual administración, una cifra de homicidios dolosos que sobrepasa los 130 mil 455 casos; es decir, 99 víctimas de homicidio por día, lo que confirma la ausencia de una verdadera y eficaz estrategia de seguridad y hace patente la necesidad de consolidar a la GN con un mando civil y no militar, que coadyuve con las autoridades estatales y municipales. 

Por lo anterior y de acuerdo con el análisis realizado en las Comisiones de Trabajo de Coparmex, este decreto desmantelará el andamiaje legal aprobado en 2019 para que el mando de la GN sea civil, lo que representa graves problemas desde el punto de vista jurídico y de operación de la policía y de las Fuerzas Armadas, que ahora tendrían que ceñirse a las regulaciones de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública.  

Actualmente las instituciones militares en el país encabezan tareas de combate al narcotráfico e incautación de estupefacientes y lo deseable es que contemos, además, con instituciones policiales sólidas a nivel estatal y municipal, que ejerzan funciones preventivas, reactivas y de investigación, donde la intervención de las fuerzas federales sea complementaria y subsidiaria y no de sustitución. 

En Coparmex estamos convencidos que es imprescindible garantizar el derecho a la seguridad pública y combatir a la delincuencia, pero sabemos que el cumplimiento de dicha obligación debe estar a cargo del Estado, con instituciones civiles y no militares.

En ese sentido consideramos que la mejor manera de combatir a las organizaciones criminales y atender los graves problemas de inseguridad que tiene nuestro país, es a través de una estrategia que contemple labores de inteligencia, de desarticulación financiera y de cooperación internacional en coordinación con el Poder Judicial para que se dicten sanciones severas y no exista impunidad. 

Para que haya esta coordinación, es urgente restablecer y fortalecer los mecanismos institucionales como es el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y el Consejo Nacional de Seguridad, puesto que son los entes que deben regular y validar los temas en la materia.

Así mismo, consideramos apremiante fortalecer las capacidades de las policías estatales y municipales, pues son ellas y las Fiscalías quienes están facultadas para interactuar con la población civil; además se deben reestablecer mecanismos como la certificación, los controles de confianza, así como la profesionalización, dignificación y seguridad social.

También creemos necesario promover la participación de la sociedad a través de coordinaciones de diálogo entre los sectores sociales y las autoridades para dar voz a los ciudadanos y a las víctimas de la delincuencia; esto  con el fin de vincular los esfuerzos de prevención, seguimiento de metas y generar estrategias sensibles a las necesidades de las comunidades.

Es importante destacar que en Coparmex hemos encontrado en la GN una gran disposición al diálogo y a la escucha. Creemos que la política de seguridad debe ser transexenal, integral y con un énfasis en la profesionalización de los cuerpos policiales, por lo que nuestro llamado es claro y es a favor de la consolidación de la Guardia Nacional con mando civil.

El Estado debe asumir su responsabilidad de garantizar que la estrategia de seguridad deje a un lado toda improvisación y solución inmediatista. Queremos un país con tranquilidad y en paz, que solo podrá alcanzarse con instituciones sólidas, donde impere el Estado de Derecho. En Coparmex decimos no a la militarización, sí a la estrategia, inteligencia y coordinación.