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POR LOURDES AGUILAR

A decir del presidente Pérez Cruz, la eliminación permanente de las “fotomultas” tiene el potencial de activar y beneficiar, en gran medida, la economía familiar de los capitalinos. Estaríamos hablando de una inyección de circulante estimada en 900 millones de pesos. Particularmente favorable para el sector del comercio y de las actividades financieras.

Porque ese dinero que, anteriormente, salía de mala gana de los bolsillos capitalinos para el pago infracciones de tránsito, ahora, en una nueva dinámica económica, podría ser utilizado cómodamente para la compra de bienes y servicios, así como para ahorros e inversiones de diversa índole. Menos “fotomultas” equivale a una mayor oportunidad de realizar compras e inversiones.

A través de un comunicado la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México, encabezada por Federico Pérez Cruz, mantiene una expectativa positiva con respecto a la desaparición de las “fotomultas”, y la consecuente implementación de las “fotocívicas”, por parte de la presente administración dirigida por Claudia Sheinbaum, en beneficio de los habitantes de la Ciudad de México.

Desde finales del 2015, cuando se implementaron por vez primera las “fotomultas”, la economía y el bolsillo de los capitalinos recibieron un golpe duro: de 629 millones de pesos, en materia de infracciones de tránsito. Cantidad que casi se duplicó para finales del año siguiente, 2016, llegando hasta los 1,180 millones de pesos, según informes de la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México. Con incrementos posteriores, alcanzando los 1,666 millones 800 mil pesos para el 2017. Y con un pronóstico estimado en 1,968 millones de pesos, para el año 2018, según lo propuesto por la Ley de Ingresos de la Ciudad de México para el ejercicio fiscal de dicho periodo. 1,968 millones, de los cuales tan sólo el 45% (unos 900 millones de pesos) corresponderían a «fotomultas».

Como recomendación general, la CANACOPE Ciudad de México hace un atento llamado a todos los capitalinos para respetar las leyes de tránsito. Conduzcamos nuestros vehículos con armonía. Evitemos accidentes y percances que pongan en riesgo la vida y la salud de los ciudadanos.