Durante su toma de protesta, la presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió a establecer una semana laboral de 40 horas, de manera paulatina a lo largo de su sexenio, como parte de sus principales propuestas laborales.
Para Grupo Adecco, esta reducción de la jornada laboral representa una oportunidad clave para mejorar la productividad y promover un mayor equilibrio entre la vida personal y profesional de los empleados. Aunque la disminución de horas trabajadas puede suponer retos operativos para las empresas, lo que impacta directamente en la rentabilidad de las organizaciones.
Uno de los principales desafíos que enfrentarán las empresas con la implementación de una jornada laboral de 40 horas será mantener la productividad y la eficiencia operativa sin extender las horas laborales. Esto implica la necesidad de optimizar procesos, reducir el tiempo de inactividad, reorganizar las tareas para garantizar que se logren los mismos resultados con menos tiempo disponible y tener una regulación laboral más flexible y menos burocrática.
Además, en sectores que dependen de un funcionamiento continuo, como el manufacturero o el de servicios, será necesario implementar estrategias para evitar interrupciones en la operación, lo que podría implicar cambios en turnos, automatización de procesos o contratación adicional.
“La implementación de una semana laboral de 40 horas representa un cambio significativo en el panorama laboral de México, generando un impacto positivo a la salud laboral y psicosocial de las y los trabajadores; impactando en aumento de la motivación, el bienestar laboral y una mejora en el equilibrio entre la vida personal y profesional. Aunque al mismo tiempo, plantea desafíos importantes para las empresas en términos operativos, por lo que desde nuestra perspectiva, legalizar y formalizar el servicio de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) para sustituir horas extras, picos de producción, horarios de fin de semana, apertura de operaciones, temporalidades diversas y situaciones extemporáneas en la actividad empresarial; podría ayudar a reducir el impacto que tendrán las empresas en su implementación.” menciona Francisco Martínez Domene, CEO de Grupo Adecco México.
Si se gestiona adecuadamente, esta medida puede convertirse en un motor flexible y legal para incrementar la productividad y favorecer un entorno laboral más saludable y equilibrado; ya que uno de los riesgos que se corren al implementar esta ley de una manera no adecuada, sería incrementar la tasa de informalidad; ya que sería la vía más fácil para que algunas empresas decidieran contratar personal de manera no formal para cumplir con sus procesos operativos o sus horarios de apertura.
Además, esta nueva regulación podría abrir más oportunidades de empleo formal a colectivos desfavorecidos como jóvenes, personas con cargas familiares no compartidas, mayores de 45 años y personas con capacidades diferentes; ya que tienen más dificultades para acceder a un empleo formal y de calidad. También sectores como el retail, logística, manufacturero, agrícola y restaurantero se beneficiarían de una regulación ágil, sencilla y menos burócratica para contratar el personal temporal y por supuesto el Estado tendría más ingresos de impuestos ya que esta medida bajaría drásticamente la informalidad en la temporalidad, tal como se ha demostrado en otros países de Europa, Asia y otros países de Latinoamérica en donde se ha implementado adecuadamente el uso de las Empresas de Trabajo Temporal.
Finalmente, Grupo Adecco destaca que la reducción de la jornada laboral puede convertirse en un factor clave para atraer y retener talento, especialmente en sectores con alta competencia por profesionales altamente calificados. Sin embargo, advierte que este tipo de medidas deben adoptarse con un enfoque integral, considerando tanto las necesidades de las empresas como el bienestar de los empleados, para asegurar su efectividad y sostenibilidad a largo plazo; por lo que sostiene que una opción para reducir el impacto sería la legalización de las Empresas de Trabajo Temporal.