El presidente de la Comisión de Ganadería, diputado Eduardo Ron Ramos (MC), aseguró que México está en riesgo de no llegar a la autosuficiencia alimentaria al desaparecer del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021, los dos únicos programas que apoyan la crianza de ganado, y el abasto nacional se cubriría con la importación de cárnicos y derivados de mala calidad.
En entrevista, el legislador precisó que la Estructura Programática a Emplear en el Proyecto de PEF del próximo año plantea eliminar los programas de Fomento Ganadero y el de Crédito Ganadero a la Palabra; es decir, no habrá ningún plan de respaldo a la ganadería nacional, lo que dañaría a siete millones de productores y sus familias.
Lamentó la propuesta enviada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y sostuvo que la mayoría de las diputadas y diputados de los diferentes grupos parlamentarios que integran esta Comisión “están en contra de la Estructura Programática del PPEF 2021”.
Ante ello, el diputado Ron Ramos adelantó que la instancia legislativa que preside conformará una propuesta viable y en armonía con la situación económica del país que contrarreste esta medida. “Pelearemos en el pleno cameral nuestra postura como Comisión de Ganadería”, aseguró.
Estimó que el documento estará listo en septiembre próximo, previamente se socializará con las diferentes asociaciones ganaderas, como la Organización de Porcicultores del País, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, la Unión Nacional de Avicultores, entre otras; se hará un gran equipo para lograr una propuesta que plasme las necesidades básicas del gremio.
“Otra vez se observa un desdén completo del gobierno federal para la ganadería al sacar del presupuesto todo apoyo al campo, a través de los programas Fomento Ganadero y de Crédito Ganadero a la Palabra, que los está desapareciendo. Es un golpe más al sector”.
Apuntó que el riesgo es la visión del gobierno para que el país se vuelva importador de proteína animal de mala calidad, en detrimento de miles de familias mexicanas que viven del sector primario.
“En vez de incentivar la producción de alimentos sanos y la competencia de la ganadería, sobre todo de los pequeños productores, se opta por desaparecer a este sector y volvernos grandes compradores del exterior en contra y menoscabo de la crianza de animales”, agregó.
Refirió que la ganadería implica la cría de bovinos; la porcicultura, abejas; capricultura, borregos, y la avicultura, que se divide en pollo y huevo; además, sus derivados.
Lo preocupante es que no se lograría la autosuficiencia alimentaria del país. Pese a que se anuncia alcanzar esa meta, vemos que se hace todo lo contrario, sostuvo.
De toda la producción de alimentos, somos autosuficientes en el 60 por ciento, cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y diferentes organizaciones mundiales recomiendan que se tenga un abasto del 75 por ciento, pero con las actuales políticas enfocadas al campo se vislumbra que no se llegará ni al 60 por ciento, porque nos vamos a convertir en grandes importadores de cárnicos y sus derivados, reiteró.
Se hace justicia a los lecheros mexicanos
Por otra parte, el diputado Ron Ramos reconoció que la Cámara de Diputados y el Senado de la República hayan aprobado la Ley de Protección a la Innovación Industrial, que abroga la Ley de la Propiedad Industrial, para salvaguardar la calidad de los productos elaborados con leche.
“Estamos muy contentos con esa aprobación, para que en el marco del T-MEC, se inserte esta legislación que beneficia y hace justicia a más de dos millones de productores de leche mexicanos y a la cadena de distribución y comercialización de lácteos en México. Es un gran éxito, no sólo de la Comisión, sino de todo el sector ganadero y hay que estar muy orgullosos que al final del día, con muchísimos trabajos, salió esta iniciativa”.
Con la aprobación de esta ley se garantiza que ningún producto que venga de Estados Unidos o Canadá e ingrese al mercado nacional, se oferte con un etiquetado engañoso que confunda a los consumidores, al ofrecer un alimento que no contenga leche y se haga pasar como lácteo.
Aclaró que en Estados Unidos todavía este tipo de ley no se ha aprobado; entonces, se corría el riesgo que enviaran productos con un etiquetado que engañara al consumidor mexicano, pero con esta aprobación “se evita cualquier tipo de confusión”.