En momentos de ocupación intensa, el aeropuerto internacional de la ciudad de México encargado a Jesús Rosano efectúa con creciente riesgo hasta 61 operaciones por hora, rebasando las recomendaciones de la IATA que preside Carsten Spohr, nos confirman fuentes aeronáuticas altamente calificadas; en tanto que promedio diario se abortan 10 aterrizajes ya sea por la saturación del espacio aéreo (que fuerza trayectorias y gradientes inadecuados) o por saturación de pistas y calles de rodaje.
No ha sucedido ninguna tragedia tanto por que los operadores aéreos del SENEAM, a cargo de Víctor Hernández, tienen temple de acero y porque la Virgen de Guadalupe sigue a nuestro favor tanto en velocidad y dirección del viento así como de cambios abruptos de clima en lo que fue el vaso (sí, así lo confirman todos los historiadores) de Texcoco.
Pero de la saturación de la terminal capitalina no hay nada nuevo: Desde hace tres años se decretó su saturación y no se detenido por un instante el crecimiento de vuelos. A la autoridad aeronáutica, representada hoy por Rodrigo Vásquez, le ha faltado tamaño para ordenar que las operaciones incrementales se vayan a otros aeropuertos cercanos a fin de aminorar riesgos.
De momento, ese riesgo se traduce en largos períodos de espera de los casi 50 millones de pasajeros que utilizan anualmente el AICM: cálculos que no son públicos cuantifican que pasa una hora en promedio desde que una persona aborda un avión hasta el despegue (take off), por lo que los itinerarios de vuelo se han desplazado cada vez más hacia la madrugada en un intento desesperado de “ganarle tiempo al tiempo”.
Cómo se canceló el NAIM, Santa Lucía lleva poco más de 5% y el Aeropuerto de Toluca no está debidamente habilitado, todo apunta que debido a la falta de recursos federales, la saturación en el AICM será cada día mayor… y pidamos al cielo que no haya nada que lamentar.
La justicia obliga a Coral.
No fue ninguna graciosa concesión la que Miguel Alemán hizo para pagar parte de la caución (544 millones de pesos) a Televisa el lunes pasado y prometer completar la sanción (80 millones de pesos) mañana viernes a Televisa por incumplir el contrato de compra de 50% de las acciones de Radiopolis. El dueño de Grupo Coral se vio obligado por dos fallos judiciales a honrar los contratos. El primer fallo, del Juzgado 9° en Materia Civil de la CDMX hecho por tierra el argumento de Alemán Magnani de que la empresa que encabeza Emilio Azcárraga pretendía un doble pago, en tanto que en el Juzgado 41 se cayó el argumento de que no existía contrato… situación que colocó a los Alemanes en peligrosa situación de falsedad de declaraciones (que se castiga con cárcel) por lo que se aceptó hacer los pagos. Para ello Coral ha vendido terrenos y negocios, pero aún tiene que saldar el principal, 1,248 millones de pesos, dentro de 100 días.
… y mientras tanto en México
El subsecretario de salud (secretario de facto), Hugo López Gatell insiste en llevar hasta las últimas consecuencias su guerra contra la industria de bebidas y alimentos de México. La OMS elevó a nivel de pandemia (y a una situación de alerta mundial) de coronavirus, mientras que la autoridad sanitaria nos dice que “no panda el cúnico”, todo irá bien y que no cejará la guerra contra los laboratorios corruptos y los empresarios que engordan su cartera a costa de la obesidad. Vamos bien y de buenas.
@mfloresarellano