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Si bien en México, el pasado 2 de junio Claudia Sheinbaum, entonces abanderada presidencial de la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, obtuvo un triunfo de dos a uno frente a la candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez y los 36 millones de votos que obtuvo la morenista han sido suficientemente “cacareados” en Palacio Nacional, no se puede negar que los comicios mexicanos guardan alguna semejanza con las elecciones del fin de semana pasado en Venezuela, donde por cierto, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha pedido “voto por voto, casilla por casilla”.

Lógicamente, el inquilino de Palacio Nacional pensó que sería más fácil poder reconocer el triunfo de quien considera su amigo y eso, de alguna manera lo pone en aprietos porque es evidente que en América Latina, la izquierda se está dividiendo y prácticamente los únicos que apoyan a Maduro son los presidentes de Cuba, Díaz-Canell y Nicaragua, otro dictador como Daniel Ortega , mientras que del otro lado están Luz Inacio Lula Da Silva, de Brasil; el mandatario Gustavo Petro y todavía no se sabe bien a bien si López Obrador para demandar la transparencia en esos controvertidos comicios.

Viéndose acorralado, el presidente venezolano está dispuesto a llegar a incendiar a su país, sobre todo, después de que el gobierno de Estados Unidos le hizo saber que su paciencia se está agotando. Maduro señaló que no le temblará el pulso para hacer revolución si el imperio quiere avanzar en su plan.

El fenómeno no deja de resultar interesante. No faltan los analistas que coinciden que en Latinoamérica, estamos viendo una izquierda que en vez de estar unida mediante mecanismos como el foro de Sao Paulo, ahora se está resquebrajando.

El Foro de Sao Paulo, es una organización fundada en 1990, en la que participan partidos y grupos políticos de izquierda de América y esta errada y llamada cuarta transformación ha tenido alguna influencia.

Sin embargo, el que López Obrador no se hubiera pronunciado abiertamente por Nicolás Maduro no representa mucho; eso ya lo hicieron por él ni más ni menos que legisladores de Morena y sus rémoras durante la sesión de la Comisión Permanente.

La senadora de Morena, Kenia López Rabadán fue quien prendió la mecha al cuestionar la actitud tibia y dubitativa en torno a las elecciones venezolanas y de inmediato, haciendo “el uno dos”, los legisladores Guadalupe Chavira, de Morena y el petista Benjamín Robles Montoya se deshicieron en elogios al inquilino de Palacio Nacional argumentando que ha asumido la posición correcta, “en el concierto de las naciones”. ¿Será?

Por su parte, el diputado petista Gerardo Fernández Noroña, si, ese que se ha tomado muy orgulloso fotos junto al dictador Nicolás Maduro haciendo la seña de la victoria, dijo que el trasfondo de la crisis que asoma en Venezuela son los 303 millones barriles de petróleo de la reserva y muy al estilo de Maduro, el petista fustigó: «Ese es el tema: ¡Pandillas de vendepatrias, lacayos que validan la intervención imperialista».

Se nota que Morena y sus rémoras tienen la piel muy delgada y no pudieron soportar que en la Permanente, el bloque opositor demandara que el dictador venezolano se retire de la presidencia de ese país.

Muy hijo de Simón Bolívar y de Hugo Chávez dice  ser maduro, muy de izquierda, pero é no trae solo 200 pesos en la cartera y asegura que no tiene tarjetas de crédito, como otros que viven en Palacio Nacional, pero su fortuna personal rebasa los 100 millones de dólares.  

MUNICIONES

*** El que en su gustadísimo “stand-up” mañanero el presidente López Obrador, en tono de burla, por cierto, haya defendido al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, responde a una estrategia de parte del tabasqueño para continuar con esa campaña en contra del exgobernador de Campeche y desacreditarlo porque sabe que llegará al Senado de la República, punto final donde se dará la aprobación o no de la controvertida reforma al Poder Judicial y el papel estratégico que pueda jugar el político campechano. El tabasqueño se negó a hablar de «Alito» Moreno, quien busca la reelección de la dirigencia nacional del PRI, porque «le echan la culpa de todo», e incluso, López Obrador llamó a «respetar» ante las diferencias internas que tienen los priistas y panistas tras el proceso electoral. Sin dejar el tono de burla, porque la ironía fina de plano no se le da al presidente, recordó que a Alito Moreno también le dicen «Amlito». «No meternos en eso, respetar, tienen sus diferencias internas los partidos. También en eso no hay parejura porque se están peleando los del PAN, igual o más, pero ahí no dicen mucho, ahí no dicen mucho.

*** La autollamada y flamante “ministra del pueblo”, Lenia Batres, exhibió que llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, (SCJN) por recomendación expresa de López Obrador y no por su formación y conocimiento. Al igual que lo ha hecho su jefe en diversas ocasiones, la señora Batres “regó el atole” de manera soberbia porque desconoce cuántos artículos tiene la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ¡y las que faltan! Muy vinculada al “pueblo sabio y bueno”, pero muy ignorante.

*** Pese a ser también de Morena, menudo chasco se llevó la senadora Guadalupe Covarrubias, quien se apersonó en la casa de transición de Claudia Sheinbaum para solicitar una reunión con ella para abordar la violenta situación que vive Tamaulipas, en lo más reciente, el asesinato del empresario Julio Almanza Armas, en Matamoros, que denunció la extorsión ya como cosa de todos los días, campeando en la más completa impunidad y que le dicen a la senadora que la futura presidenta de México de plano no tenía tiempo para recibirla a pesar de que la legisladora morenista había hablado con Sheinbaum. Pidió entonces una cita y como en el Seguro Social, le dijeron a Covarrubias que ellos le hablaban y no le dieron fecha para el encuentro. Por cierto, el gobernador Américo Villarrreal, pidió a mandos federales y estatales que se abrieran todas las líneas de investigación en torno al asesinato del también líder de la Fecanaco, pero todo se volvió palabrería en eso de que se llegará al fondo y se castigará a los culpables. Y en otro “resbalón”, el gobernador tamaulipeco señaló que la estrategia de combate a la inseguridad va a seguir. O sea, ¿continuarán los abrazos y no balazos?