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Batres sigue berrinchudo y Monreal avanza

Explotó la bomba hace dos días y este no fue un asunto que pueda limitarse al «fuego amigo», sino que va mucho más allá, pues finalmente el todavía presidente de la Mesa Directiva de la Cámara alta, Martí Batres, exhibió lo que desde hace tiempo se venía comentando, todo su odio y rencor al coordinador de la fracción parlamentaria morenista en esa instancia legislativa, Ricardo Monreal.

Mientras Batres trabajaba y hacía «amarres» para conseguir reelegirse en la presidencia de la Mesa Directiva del Senado, apoyado por varias secretarias de Estado, sin importarle la democracia ni el respeto a sus compañeros. Poco después, vio cómo en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la diputada María Dolores Padierna, mejor conocida ahora como «la tía favorita», sigue vehemente en la intentona de que Morena tenga la presidencia de la Mesa Directiva en la Cámara baja los tres años que dure esta LXIV Legislatura.

Hacia la recta final y el futurismo se desató entre varios miembros del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, como por ejemplo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, o la flamante titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle que, sin rubor y mucho menos pudor, se lanzaron a la yugular del senador Monreal Ávila, con la intención de romper la unidad de la fracción de Morena en el Senado y al parecer no lo consiguieron, ya que la mayoría de los legisladores votaron por la cohesión y resultó electa como nueva presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara alta la tabasqueña Mónica Fernández, luego de que las otras aspirantes declinaran a su favor.

Cómo se nota quien tiene más experiencia y es más hábil: mientras uno hace berrinche, el otro suma adeptos. ¿De quién hablo?, por supuesto, de Ricardo Monreal y Martí Batres.

Después de los innumerables mensajes en redes del senador Martí Batres, el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal le dio una clase magistral de búsqueda de la unidad y que nunca va a ser un obstáculo para su partido.

Monreal dio a conocer que ayer mismo, y ante el notario público, puso, en la mesa, su renuncia a la Junta de Coordinación Política, y esta no fue aceptada por sus compañeros senadores.

Además, le tendió la mano a Batres Guadarrama para trabajar juntos con el presidente López Obrador y por el cambio. Le dijo que él es un clásico que prefiere abrazos a balazos y la respuesta del todavía presidente de la Mesa Directiva fue otro mensaje pata continuar el pleito y las descalificaciones. El pleito continuará pues Batres será un senador más, y por eso tratara de continuar con las descalificaciones. No sabe que en democracia gana uno y el otro pierde.

Donde nada más no hay abrazos y sí balazos de saliva es en la dirigencia nacional de Morena y es que nada más no se ponen de acuerdo en qué padrón utilizarán para la elección del nuevo dirigente nacional. Y es que más de uno asegura que Yeidckol Polevnsky quiere que se utilice el padrón de las elecciones de 2018 que garantizaría que se quede alguien cercano a su grupo, mientras que el grupo de Mario Delgado pide que se use el actualizado.

Nos cuentan que al interior del PRD capitalino hay temor de que personajes que agredieron a periodistas en la marcha del viernes pasado tengan algún vínculo con grupos del Sol Azteca que operan en Coyoacán. Las autoridades ya indagan las agresiones y es cuestión de horas para tener más información. Son los mismos grupos de golpeadores que han sido utilizados para agredir a sus contrarios. Estuvieron a las órdenes de los delegados perredistas y hoy sirven a los Morenos.

Ahora que el caso Ayotzinapa ya no ocupa las primeras planas de los diarios, lo cierto, es que el exgobernador Ángel Aguirre ha reaparecido para negociar con el actual gobernador Héctor Astudillo una posible alianza PRD-PRI que incluso alcanzaría al PAN en las próximas elecciones. Aguirre en las últimas dos semanas se ha reunido en Ciudad de México con priistas y perredistas de su estado.

Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, Presidente Nacional y Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional, expresaron su solidaridad y deseos de pronta resignación a los familiares de la senadora por Tamaulipas, Laura Alicia Garza Galindo, y del exdiputado federal, también de esa entidad, Pedro Reyes Martínez, fallecidos ambos el pasado domingo.

Después de expresar sus sinceras condolencias a sus familiares, amigos y correligionarios tamaulipecos, destacaron que fueron políticos priistas con una carrera ejemplar de servicio a México y a Tamaulipas.

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