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Síntomas muy favorables de la salud de la economía, entre otros, son el comportamiento del consumo privado en el mercado interno, y el de la inversión fija bruta. Y ambos experimentaron crecimiento el pasado diciembre, como lo registró el INEGI.

Siempre con cifras desestacionalizadas (Estacionalidad: Relación de dependencia con respecto a un período de tiempo concreto; p. ej. con respecto a una estación del año. Estacionalidad de las cosechas, del paro), el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) aumentó, en términos reales, 1% a tasa mensual.

Por componente y con datos ajustados por estacionalidad, en el mes de referencia, el consumo de bienes y servicios de origen nacional incrementó 1.2% y el de bienes de origen importado, 0.6 por ciento.

Con series desestacionalizadas y a tasa anual, igualmente, en diciembre el IMCPMI avanzó 3.8 por ciento. A su interior, el gasto en bienes de origen importado ascendió 5.2% y el gasto en bienes y servicios nacionales, 3.6 % (el de servicios creció 6.5% y el de bienes, 0.6%).

Simultáneamente, la Inversión Fija Bruta se incrementó, también en diciembre pasado, 2.7% a tasa mensual y en términos reales, con cifras desestacionalizadas.
Por otro lado, los gastos efectuados en Maquinaria y Equipo total -de origen nacional e importado- aumentaron 3.1% a tasa mensual y en Construcción, 2 por ciento, por componente y con datos ajustados por estacionalidad.

Finalmente, en el mismo diciembre, a tasa anual y con series desestacionalizadas, la Inversión Fija Bruta creció 10.3% en términos reales. A su interior, los gastos en Maquinaria y Equipo total subieron 15.4% y en Construcción, 5.8 por ciento.

Obviamente que estos comportamientos incidieron en el comportamiento de la economía, tanto que los especialistas en economía del Sector Privado, encuestados por el Banco de México en febrero, revisaron al alza sus expectativas de crecimiento del PIB real para 2023 y 2024.

Erradicar supremacías de poder que afectan la democracia: Armenta

Lo que les duele a los antiobradoristas es el fin de los encomenderos y de los caciques, enriquecidos a costa de los millonarios presupuestos del INE, con el pretexto de que son los  garantes de la democracia representativa.

En este contexto, uno de los propósitos de la reforma electoral, del reducido Plan B, tan vilipendiado por la ignorancia y el cretinismo, es evitar el dispendio de dinero fomentado por la burocracia dorada del Instituto, representada por Lorenzo Córdova Vianello, que se sirve con la cuchara grande en la satisfacción de todos sus lujuriosos gustos. 

En este contexto, el presidente del Senado de la República, Alejandro Armenta Mier, fue claro en remachar lo que hace rabiar a la derecha. La Reforma Electoral es un proyecto que busca avanzar en la desburocratización del órgano jurisdiccional encargado de organizar los procesos electorales, pero sin afectar las bases de la participación política ni la autonomía del Instituto. 

El legislador poblano, quien por cierto es una fuerte carta de Morena para la gubernatura de Puebla, consideró que “el presupuesto debe ser medido” de acuerdo con las actividades proyectadas por el organismo encargado de los procesos electorales.  

El presidente del Senado, que después del afaire Monreal Ávila con la dirigencia de Morena, ha estado radicalizando su discurso en defensa del Litio, por ejemplo, recordó que este año hay dos elecciones y se cuenta con el mismo presupuesto; sin embargo, acotó que éste tiene que ser acorde a lo que se hará, por lo cual no se pone en riesgo su funcionamiento y “la construcción de la democracia no debe ser costosa”.  

“El presidente Andrés Manuel López Obrador no permite dispendios públicos; no está de acuerdo con élites burocráticas; hay excesos al interior del organismo electoral en lo que se refiere a gastos de representación y gastos médicos”, expresó Armenta Mier. Y advirtió que

es inaceptable el finiquito millonario que pretenden adjudicarse “los que tienen que dejar la presidencia del INE”.  

Además, el senador señaló que los cargos no son a perpetuidad ni hereditarios, pues “hay que contrarrestar la supremacía del poder que pretenden imponer”. 

“Nadie, aunque sea un órgano autónomo, debe estar por encima del mandato constitucional; debe haber respeto a los derechos y la construcción de la justicia social”, concluyó el poblano.