Compartir

En el senado de la república un grupo de legisladores intenta atajar los abusos de los concesionarios ferroviarios que han recuperado con creces la inversión inicial cuando recibieron a precios bajos -pero muy bajos – las rutas concesionadas por el gobierno de Ernesto Zedillo– y que podrían ampliar otros 50 años al término de su actual concesión y simultáneamente vender el negocio a precios muy altos… tal es el caso del Kansas City que aquí dirige Oscar del Cueto con el Canadian Pacific al mando de Keith Creel.

Vaya, cuando el gobierno de Zedillo, a través del secretario comunicaciones y transportes Carlos Ruiz Sacristán procedió a la venta de las concesiones ferroviarias, Kansas City pagó el equivalente a valor presente de 51 mil millones de pesos.

Es suma, conforme a los análisis que los asesores de los legisladores, la inversión comprometida fue cubierta con la utilidad de operación generada desde 1996 a 2012… pero Kansas quiere más.

Analizado en un corte de tiempo, Kansas City recupero en sólo 16 años su dinero y aún le quedaba 34 años de usufructúo en una concesión a 50 años entregada generosamente por el entonces subsecretario de transportes Jorge Silverstein.

Pero como Kansas no tiene llenadera, luego de vender todo su negocio en Norte América a Canadian Pacific en 31 mil millones de dólares, de los cuales unos 13 mil millones corresponderían a la ruta en México que incluye el acceso ferroviario a puertos estratégicos como Veracruz, Tampico, Lázaro Cárdenas así como los vitales cruces fronterizo de Matamoros y Nuevo Laredo, todo ello sin un valor definido pero estimado en 13 mil millones de dólares.

¡Vaya negocio para Kansas City que preside Pat Ottensmeyer! Pagó en México lo aproximadamente lo equivalente 2,550 millones de dólares para venderla en 13 mil millones de dólares cuando aún quedan varias décadas para obtener rentas libres de polvo y paja.

Claro, Ferromex de Germán “el buena onda” Larrea y dirigido por Fernando López-Guerra Larrea, tampoco cantan mal las rancheras: se sabe que Unión Pacific -que comanda Lanz Fritz- le quiere comprar todo el negocio y obtener un beneficio multimillonario individual sobre un bien público.

Ya les platico.

Yucatán la levanta

La economía de Yucatán crece casi 20% arriba del promedio nacional. No es fortuito, tampoco inercial: las políticas públicas del gobierno de Mauricio Vila que atrajeron inversión privada por mas de 101 mil millones de pesos durante cinco años; al mismo tiempo, coadyubando con obras federales como el Tren Maya, Yucatán impulsó las actividades productivas que originaron en suma más de 36 mil empleos formales nuevos: un máximo histórico de empleos formales en Yucatán y en el primer lugar a nivel nacional con la menor tasa de desempleo según el INEGI. Especialmente relevante la consolidación de un entorno institucional que permite la formación de 226 mil empleos nuevos al darle paso a firmas de talla mundial tipo Amazon, Airbus, Walmart, Tesla, ADO, Holcim, o Cementos Fortaleza y muchas. A ello debe sumarse proyectos en marcha como la Ampliación del Puerto de Altura de Progreso en el cual la forma Italiana Fincantieri proyecta meter más de 4 mil millones de pesos. Como muestra de ello tenemos que la consultora Deloitte destacó a Yucatán como el estado con las mejores condiciones para hacer negocios, y American Chamber of Commerce le cataloga el estado mas seguro para invertir.

Los esculcan en Santa Lucía

Si, cómo aquí le comenté, en la primera semana de este año la terminal de Santa Fantasía se convirtió en el confesionario militar: ahí el equipo especializado de Sedena -de Crescencio Sandoval-  pasó “báscula” a todos los contratistas, supervisores y consultores del Tren Maya. Nos aseguran que por ahí fueron encargados de obra de Mota Engil que lleva Joao Parreira, Carso de Carlos Slim, Indi al mando de Manuel MuñozCano así como a ICA de David Martínez. Todo para demostrar si efectivamente efectuaron la obra cobrada en la obra emblemática… pero sobre todo para imponer metas de ejecución de obra para cumplir las fechas presidenciales so pena de cancelación de contratos. Los subcontratistas militares están listos para, terminando la central avionera, ir por toda la obra del Maya. ¿La militarización es una entelequia?

mflores37@yahoo.es

@mfloresaralleno