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El confinamiento obligado ha puesto a prueba a la redes de telecomunicaciones en todo el mundo… pero en México con un componente especialmente grave: un operador dominante duro de roer, que vio venir e irse a Gabriel Contreras, el primer presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, sin perder un ápice de su poder de mercado y con una competencia que pese a sus esfuerzos -y con todos sus errores a cuestas- no encontró resquicio para un crecimiento sostenido que, a como están las cosas ahora, quien sabe sí lo puedan lograr.

El IFT, conducido interinamente por Adolfo Cuevas, tiene claro el peso que enfrentan ahora las empresas telecom con la demanda para datos que para el home office, el streaming y los servicios a distancia que aumenta exponencialmente en medio de la contingencia del coronavirus. Pero las firmas de servicios móviles, como AT&T que lleva ahora Mónica Aspe, y Movistar que lleva Camilo Aya, así como operadores fijos estilo Megacable de Enrique Yamuni, tienen que hacer frente a puntos de creciente demanda en medio de un entorno que estructuralmente carece de competencia efectiva pues el mercado se mantiene arriba del 65% en América Movil, en empresas donde falta de flujo y carecen de personal en estos momentos.

Las autoridades del ramo, incluyendo la subsecretaria Salma Jalife, tendrán que actuar con un cálculo muy fino sobre cómo ampliar la capacidad de las redes existentes, pues sí la competencia revienta en medio de la contingencia no sólo habría la posibilidad de que regresemos a un entorno monopólico al final de la contingencia sino abonar a la ola de desempleo que se percibe en el corto plazo.

Compras de pánico (2)

Ayer se cerró la convocatoria para la compra directa que Thalía Lagunes, oficial Mayor de Hacienda, realizó de 95 millones de piezas de medicamentos (desde antibiótico, antivirales, especialidades médicas) en 188 claves médicas, además de 287 unidades de insumos y materiales para la saludo en 340 claves. La suma de todo ello alcanzaría los 70 mil millones de pesos, es decir casi la totalidad de los productos no adquiridos en la licitación “Compra Consolidada 2020” que culminó el 30 de diciembre pasado pero con muy pobres resultados ya que presionó a los fabricante vender al gobierno por debajo del costo de producción. En resumen, el diseño de esas compras consolidadas -eliminando a los distribuidores- atribuible al subsecretario Hugo López Gatell, naufragó en compras de pánico ante el coronavirus y otras enfermedades infecto-contagiosas (como el sarampión) cuando los países productores han decidido contener la exportación de tales productos para salvaguardar la salud de su población. Desafortunadamente, para muchos funcionarios de Andrés Manuel López Obrador, los laboratorios mexicanos son otro foco de corrupción que se debe eliminar. La convocatoria no incluyen los 5 mil respiradores que se anunció se comprarían en China. La pandemia avanza.

Ven la tormenta…

Vaya lío de se le puede venir al IMSS, de Zoé Robledo, cortesía de la Delegación Veracruz Norte, que lleva María de Lourdes Carranza Bernal: en plena contingencia trae la licitación LA-050GYR014-E93-2020 para cartuchos de impresión donde los 11 participantes ofrecieron cartuchos Lexmark, a pesar de que la empresa de Isaac Bessudo trabaja con productos remanufacturados o reciclados y que la convocatoria exige productos nuevos. Le corresponde a la encargada de Abastecimiento y Equipamiento, Ana Laura Puig Lagunes, evitar que el IMSS compre gato por liebre.

mflores37@yahoo.es

@mfloresarellano