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Riyadh.- Le decía que el impulso económico que experimenta Arabia Saudita se debe en buena medida al dinamismo de la industria de la construcción.

Todo indica que el jalón va para largo y los negocios inmobiliarios y del turismo del país árabe tendrán un salto exponencial con la construcción de varios gigaproyectos que ponen por delante además al medio ambiente

Entre ellos destaca Diriyah a las afueras de la capital saudí y que involucra construir una ciudad inteligente en una extensión de 7 millones de metros cuadrados teniendo  como ancla una  zona arqueológica del siglo XVIII que ocupó el Palacio Saad bin Saud.

Diriyah involucrará una inversión de 50 mil millones de dólares con viviendas, zonas comerciales y oficinas entre otros desarrollos que refleja la gran actividad de construcción que experimenta Riyadh que promete ser una ciudad distinta en sólo 10 años a partir de la ruta marcada por el rey Mohammed bin Salmán en su Plan 2030.

Diriyah ó Ciudad de la Tierra promete atraer también al turismo extranjero al combinar servicios de calidad con comercios, ocio, cultura y entretenimiento e incluso se perfila para que en el futuro pueda atraer a la F1 con un circuito callejero.

Otro gigaproyecto es La Línea  que será una ciudad lineal de 170 kilómetros que se proyecta este lista en su primera fase hacia 2030, y que busca competir con Dubai en la atracción de corporativo globales y turismo de alto poder adquisitivo.

Arabia Saudita es el guardián de los santos lugares del Islam, La Meca y Medina, esto lo convierte en un gigante del turismo religioso, de hecho el hotel más grande del mundo el Abraj Kudai con doce torres y 10 mil habitaciones se ubica precisamente en la ciudad que vio nacer al profeta Mahoma y que cada año recibe a miles de peregrinos musulmanes.

Bueno, ahora la apuesta radica en buscar a otro tipo de turistas con la construcción de La Línea, por supuesto en el desierto, y que según algunos estimados costaría la friolera de 500 mil millones de dólares.

La ciudad futurista estará en la frontera que comparte con Egipto, Jordania e Israel como parte de la expansión de la firma NEOM.

La arquitectura de La Línea será de 500 metros para que tenga una idea será más alto que el Empire State que además podrá recorrerse en sólo 20 minutos con un tren de alta velocidad que estará a las orillas del Mar Rojo.

La Línea será una ciudad que tendrá 9 millones de habitantes con los más altos estándares ambientales en la reducción de la huella del carbono, un reto que va desde el manejo del agua hasta el transporte de las personas que no tendrán necesidad de tener un vehículo porque los servicios como comercios, escuelas ú oficinas estarán a sólo 5 minutos caminando.

La ubicación será clave para atraer a empresas y turismo internacional y para ello los países árabes han invertido en tener varios de los aeropuertos más grandes del mundo, lo que será una garantía de conectividad.