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El alza vertiginosa en los precios de los fertilizantes nitrogenados tras la invasión de Rusia a Ucrania ha elevado la incertidumbre en el campo mexicano.

Ya le he comentado que uno de los riesgos que desde hace años ha traído la parálisis en el sector petroquímico con la crisis de Pemex es la excesiva dependencia de las importaciones que van desde parafinas para fabricar velas hasta urea para la elaboración de fertilizantes.

En ese último rubro el 60 por ciento del consumo de fertilizantes se tienen que importar, siendo Rusia el principal proveedor con cerca del 30 por ciento de los requerimientos,  lo que ha encendido luces de alerta en el campo mexicano.

La mala noticia es que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha elevado hasta en 180 por ciento los precios de esos fertilizantes, cuando la pandemia del coronavirus ya había impulsado los precios en 300 por ciento ante las dificultades para producir ese insumo en países como China, India, Israel y Sudáfrica.

De acuerdo con Luis González, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores Agroquímicos (UMFFAAC) ese panorama eleva el riesgo para el campo ante fertilizantes más caros, e incluso con dificultades para conseguir ante el bloqueo económico a Rusia, lo que podría orillar en una disminución  de la superficie cultivable, y por ende, una caída en las oferta de alimentos.

La disminución en la producción de alimentos en el campo mexicano en el peor de los escenarios puede llegar al 30 por ciento, y en el caso de los pequeños productores de plano no se ve cómo podrán acceder a fertilizantes.

González precisa que México importa cada año un millón de toneladas de fertilizantes nitrogenados que a los precios actuales representan 5 mil millones de dólares, un costo que no todos los productores podrán pagar, y que se suma a la cancelación de apoyos al campo desde la entrada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

En el caso de la urea el precio del insumo a partir de la invasión de Rusia a Ucrania ha pasado de 950 dólares a mil 500 dólares la tonelada, y ante la dinámica de precios del campo será difícil que ese incrementos en costos pueda reflejarse rápido en los precios de los alimentos, pero seguramente llegará con el impacto esperado en la inflación.

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La ruta del dinero

Fíjese que desde 1998 se conmemora cada 5 de marzo el Día Mundial de la Eficiencia Energética, aquí el que refrenda su compromiso para fortalecer la soberanía energética de nuestro país es NYCE, que lidera Carlos Pérez, y es que,este organismoes uno de los líderes en procesos de certificación de productos eléctricos, electrónicos, de iluminación y línea blanca conforme las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) de Eficiencia Energética. El ahorro energético se ha convertido en una actividad estratégica en la política de los países y NYCE trabaja de la mano con autoridades y empresas para mantener este tipo de procedimientos. De acuerdo con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), que dirige Odón de Buen, en 2021 la certificación de las NOM permitió un ahorro de 35 mil 042 GWh.