Compartir

Son tales las contradicciones que la Reforma Eléctrica provocaría dentro de la Constitución, tantos y costosos conflictos legales con empresas y usuarios afectados, la colisión con todos los acuerdos comerciales internacionales y cada vez mayores las fisuras entre los partidos políticos dispuestos a dar su voto a favor a la iniciativa de Andrés Manuel López Obrador que la reforma difícilmente podrá funcionar…. pero será una enorme y eficaz cortina de humo ante problemas severos del país -como la ya declarada estanflación- y le brindará tiempo CFE a cargo de Manuel Bartlett para que sigamos respirando tóxicas pero nacionalistas miasmas de termoeléctricas.

El interés gubernamental es construir 6 nuevas termoeléctricas y modernizar 12 hidroeléctricas supuestamente para devolverle la electricidad a los mexicanos. ¿Pos quien se la llevo, sí CFE tiene control sobre 78% de la generación y 100% sobre la red de transmisión?

Pero para rescatar la CFE el gobierno asegura que el dinero vendrá de obligar a los Oxxo´s de José Antonio El Diablo Fernández, Bimbo de Daniel Servitje, los Walmart que lleva Guilherme Loureiro (y a todos los abusivos empresarios que usurpan la fuerza Tonatiuh y se roban el aliento de Ehécatl) a pagar las mismas elevadas tarifas que paga Don Pancho el de las carnitas o la casita de Doña Chole.

Ojo, las termoeléctricas abastecen 56% de la electricidad en el país… y usan gas (contamina menos, pero contamina) y las de CFE también combustóleo que genera a raudales Pemex de Octavio Romero. Los precios de esos combustibles son muy volátiles y protagonizan hoy la escalada inflacionaria mundial. Por cierto, ambos tipos de termoeléctricas usan agua a granel.

Vaya, la CONAGUA ahora a cargo de Arturo Martínez estima que las termoeléctricas consumen casi 5 billones de metros cúbicos de agua por año, más del 5% del consumo nacional y representa una tercera parte del que consumen las personas.

Con o sin reforma eléctrica, los pulmones seguirán aspirando residuos tóxicos y crecerá el estrés hídrico provocado por el cambio climático.

Las famosas de Grupo Salinas

Vaya reconocimiento que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, al mando de Alfredo Rendón hizo a tres empresas y marcas del Grupo Salinas al asignarles el distintivo “Marca Famosa”. El distintivo fue entregado a Elektra que representa Mario San Román, Banco Azteca que dirige Alejandro Valenzuela e Italika dirigida por Manuel Gómez Palacio. Esta designación apela a la calidad de bienes y servicios que cuyas marcas cumplen criterios de excelencia en calidad, presencia, competitividad, valor, inserción en la vida de las comunidades y aportación al desarrollo. Ello coloca a las empresas que lidera Ricardo Salinas Pliego como generadoras de valor para sus clientes, para sus trabajadores, accionistas y para el entorno,

La Cruz del Cruz Azul

La resolución del conflicto de La Cruz Azul estaría cerca y es que el grupo mayoritario de socios ha presentado un recurso de revisión ante la SCJN en el que hace evidente que la resolución de magistrados que desecha un amparo en contra de una resolución que favorece a la dirigencia de José Antonio Marín y Víctor Velázquez, es ilegal, ya que la asamblea en la que fueron nombrados violó la ley y las bases constitutivas de la cooperativa. Esto, argumentan, a qué se realizó prácticamente a escondidas y en un domicilio no autorizado. El caso está entonces en manos de la Corte quien, por conducto de Arturo Zaldívar, levanta grandes expectativas en su campaña anticorrupción en el Poder Judicial.

Fincantieri eleva apuesta por Yucatán

No serán 150 millones sino 220 millones de dólares lo que el gigante naval Italiano Fincantieri invertirá en la primera etapa del astillero más grande de América en Puerto Progreso, Yucatán. El gobernador Mauricio Vila anda de gira en aquel país, en Trieste, para atraer más inversión a su entidad. Y vaya que lo está logrando: con la ampliación de la inversión Fincantieri que preside Giampiero Massolo, contempla diseñar y construir un nuevo astillero de reparación, conversión y mantenimiento de grandes buques, desde cruceros, portacontenedores de nueva generación y tanqueros. Ello incluye dos muelles de mampostería con mil metros de frente de agua, los más grandes de América; un puerto seco de 400 metros de largo; una plataforma elevadora para unidades de hasta 150 metros de longitud, instalación de grúas, talleres, equipos especiales, oficinas y almacenes. Ello hará de Progreso el Gran Astillero al sur América en cuanto la transferencia tecnológica, desarrollo de proveedores y empleos. No hay mejor campaña que los resultados concretos.

Esta columna con todo y columnista tomará unas vacaciones tardías en breve. Nos vemos todavía el lunes

 mflores37@yahoo.es

@mfloresarellano