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El rechazo conjunto del PRI, PAN y PRD contra la reforma Electoral retumbó de nuevo en Palacio Nacional, porque es un rotundo fracaso presidencial para que se pueda aprobar.

El Presidente López Obrador no se aguantó, sobre todo que el líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito” refrendará su negativa.

Esa postura revivió la represalia para que el líder de los diputados de Morena, Ignacio Mier anunciara que antes del 15 de diciembre estará lista la Sección Instructora para llevar a juicio al líder priista.

Lo quieren desaforrar para que la fiscalía de Campeche pueda abril el proceso por las diversas acusaciones que, a decir de los opositores son prefabricadas por la gobernadora Layda Sansores como venganza por no darles los votos para aprobar sus tres reformas presidenciales: la Eléctrica, Guardia Nacional y Electoral.

La historia comenzó cuando el Presidente comenzó a soltar, hace meses sobre la posibilidad que el PRI pudiera votar a favor de las reformas Constitucionales como la Eléctrica.

Para el Presidente había un amarre con Alito como líder de su partido para que los 70 diputados votaran a favor y sacar esa importante reforma que, por ser de carácter constitucional se requieren de los dos tercios de los 500 diputados, a Morena y sus aliados les falta 55.

Hoy se sabe que no existían esos amarres, o de plano Alito los chamaqueo, sigue firme la alianza con el PAN de Marko Cortés y el PRD de Jesús Zambrano. Y en consecuencia, los tres saben que ninguna de esas tres reformas pasará.

Alito, al conocer que los diputados de Morena revivieron el juicio de procedencia contra él, reafirmó que lo pueden presionar, perseguir y amenazar pero los priistas votarán en contra de su reforma Electoral.

Esa reforma se ve difícil que la pueda llevar el líder de los morenos en San Lázaro al Pleno, porque de antemano se la van a rechazar. Y hoy, incluso corre el riesgo que se les salga de la alianza el Partido Verde con sus 55 legisladores porque se sienten amenazados con esa reforma y la falta de cumplimientos.

Si se van a la oposición, Morena estaría derrotado al perder, en automático la mayoría simple de 250 más uno. Se quedaría, en San Lázaro con 198 legisladores y los del PT que no le dan para alcanzar esa cifra de la mitad más uno.

Y tal vez repercuta en el Senado por los ataques de fuego amigo contra el líder Ricardo Monreal, pues para nadie es secreto que está a un paso de abandonar el partido del Presidente y, en automático le podría quitar la mayoría para pasarla a los opositores.

Monreal ha sido arropado por Movimiento Ciudadano de Dante Delgado que, igual que el PRI, PRD y PAN le han abierto las puertas como su posible candidato presidencial.

Entonces, esa represalia le puede salir caro a los morenos porque tanto el Verde de Juan Carlos Puente como el PT de Alberto Anaya no están nada convencidos del actuar de Ignacio Mier.

Que decir que está en puerta, ante el rechazo a la reforma del Presidente, salga el plan B en las reformas secundarias a la electoral y con esos números no les daría para darles luz verde.

EMPUJAN A CABEZA DE VACA AL SENADO

En el Senado que preside Alejandro Armenta, los panistas de Marko Cortés están cocinando la llegada del ex gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García cabeza de Vaca en un impuso cantado para ganar las elecciones de febrero del nuevo senador para sustituir a Faustino López Vargas, quien falleció en octubre pasado. Era el suplente del actual gobernador tamaulipeco, Américo Villarreal, espacio que quedó vacante.

En el PAN está planchado para respaldar la candidatura al Senado de García Cabeza de Vaca, toda vez que hay denuncia de los opositores que e s un político perseguido por el Presidente López Obrador. Lo quieren meter a la cárcel como represalia de aquel reclamo que le hiciera al que manda en Palacio nacional en su gira por Tamaulipas. No se lo perdona y ahora enfrenta un proceso que lo llevó, incluso al desafuero en la Cámara de Diputados. Por eso lo quieren de regreso, pero con fuero.

Jachavez77@yahoo.com