La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó la orden de aprehensión por lavado de dinero y delincuencia organizada que se emitió contra el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Durante la sesión del miércoles, los integrantes de la Sala aprobaron por unanimidad el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien propuso declarar la invalidez de la solicitud del mandamiento judicial por parte de la Fiscalía General de la República y la emisión de esta orden de aprehensión contra el mandatario estatal.
“Esta resolución y la declaratoria de invalidez surtirán efectos a partir de la notificación de los puntos resolutivos de esta sentencia a la Fiscalía General de la República (FGR) y al Juez Especializado en el Sistema Penal Acusatorio del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México, con sede en Almoloya de Juárez”, indicó el máximo tribunal.
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Layda quiere vengarse de Alejandro Moreno
El Fiscal de Campeche, el ex priista Renato Salas llegó puntual a San Lázaro para presentar el desafuero que le encargó la gobernadora Layda Sansores contra el diputado federal y líder del PRI nacional, Alejandro Moreno “Alito”. El funcionario hablo con un lenguaje raro en materia penal, pues en lugar de presentar pruebas en contra del dirigente del tricolor dice que el es el que debe demostrar su inocencia. Desde el principio está violando el principio de inocencia.
Al fiscal Chiapaneco que no goza de autonomía, la gobernadora le encargo perseguir al diputado Moreno. Como nunca en la historia, se hizo presente el presidente de la Cámara de Diputados, el morenista Sergio Gutiérrez para erigirse, literalmente como un judas moderno pues lejos de velar por el interés de sus pares diputados, pareciera que promocionaba la guillotina para cortar la cabeza del priista. Llamó a conferencia para poder gritar a los cuatro vientos que no es asunto político, que es meramente jurídico.
Es una clara atención de atender las instrucciones del que manda en Palacio Nacional, desde luego. No le perdonan a Alito que sea uno de los políticos más críticos a esta administración y que los haya chamaqueado al hacerles creer que les daría sus 70 votos del PRI al Presidente para aprobar la reforma Eléctrica.
Claro que la amenaza del senador chiapaneco Manuel Velasco fue muy claro cuando le dijo que se le iban a ir con todo en contra de Alito si no votaba con los morenos la ley eléctrica.
Desde luego que para nadie es secreto que todo será un show mediático porque saben, en Morena y sus aliados que no les alcanza para tener la mayoría en la Sección Instructora de cuatro legisladores que es el órgano que analiza y, en su defecto aprueba el desafuero.
Por orden de número de diputados por bancada, a Morena y aliados le corresponderán dos y dos a los opositores. En consecuencia, se espera que, una vez que se autorice la integración de ese órgano entonces el debate se agote con empate en la votación.
Sin embargo, dicen los que saben que en Morena su líder de la bancada, Ignacio Mier tiene un as bajo la manga que se llama marranería legislativa.
La operadora favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador es ni más ni menos que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román. Ahí está como muestra que su flamante fiscal, Renato Sales Heredia, totalmente sumiso a las órdenes que le dé la mandataria estatal, se ha convertido en el mensajero en la guerra que la gobernadora ha entablado en contra del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas. Además, de pasada e imitando al tabasqueño, la señora Sansores quiere correr una cortina de humo tanto a su ineficiencia absoluta como a sus parientes incómodos.
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Este miércoles, dos legisladores morenistas visitaron la oficina de su coordinador en la Cámara de Senadores, a Ricardo Monreal.
Los dos tienen las ganas de presidir la Mesa Directiva del Senado, los dos tendrán la misma posibilidad porque se los garantiza Monreal. La elección será democrática.
Sin embargo, si nos podemos a evaluar el trabajo legislativo de uno y otro, o si nos ponemos a revisar la trayectoria de cada uno, podemos tratar de adivinar quién tiene mayores posibilidades.
Tal es el caso de Alejandro Armenta y José Narro Céspedes. Puebla y Tamaulipas en disputa.
Armenta se ha caracterizado por un trabajo efectivo, con mesura, con elegancia y con impacto, como por ejemplo en temas de salud. No tiene tropiezos, o por lo menos relevantes, tan así que no hay memoria reciente de cualquier escándalo que haya podido enfrentado.
Nos dicen que, Narro Céspedes no puede presumir de lo mismo, lamentablemente. Ha presentado poco trabajo legislativo y critica el rezago al que abona; señala gastos onerosos, cuando recibe un gran sueldo; denuncia relaciones peligrosas, y en su haber tiene algunas muy vergonzantes.
Lo peor es que gracias a su temor de andar por la calle sin escolta, como si efectivamente algo debiera, han desaparecido dos marinos cuyo destino aún es incierto. Se dice de fraudes y cobros injustificados. Del apoyo que tiene a la jefa de Gobierno en su aspiración por suceder a López Obrador, liga que más le perjudica a ella que a él.
Si Morena de verdad privilegia la democracia, por su casa deberá de empezar.