Mal y de malas está la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum en la cuenta regresiva para su III Informe. En lo más reciente, “con bombos y platillos anunció la funcionaria que se quitaba la estatua de Cristóbal Colón de la glorieta donde se ubicaba e inmediatamente quiso imponer en su lugar una figura muy rara, una gigantesca cabeza llamada “Tlali”, de Pedro Reyes, que se asemejaba más a una escultura africana porque de mujer indígena no tiene nada.
Con eso, supuso la señora Sheinbaum Pardo que era suficiente para honrar a la mujer indígena en nuestro país porque de que esta errada y llamada cuarta transformación le brinde apoyo y programas sociales a las mujeres que pertenecen a diversas etnias y son víctimas de discriminación y de misógina, de eso, ni hablar, no hay nada.
No le quedó más remedio a la “consentida” del presidente Andrés Manuel López Obrador, que dar marcha atrás, a regañadientes, porque no fijó un plazo para sustituir a la tal “Tlali” y ofreciéndole un “premio de consolación” al arquitecto Reyes al decir que muy probablemente, su obra será exhibida en la capital de la República por la dedicación que le puso al proyecto que le encomendó Sheinbaum. Cuando y a dónde, eso sí quién sabe y seguramente el escultor Reyes no quedó nada complacido con ese “reintegro”.
Así las cosas, no le quedó de otra a la funcionaria capitalina que ceder, al recibir la carta firmada por 300 artistas e intelectuales solicitando que fuera una mujer indígena quien realizara la obra que sustituirá a Cristóbal Colón, por lo que Sheinbaum anunció que será el Comité de Monumentos y Obras Artísticas del gobierno de la CDMX el que decidirá qué quedará en la Glorieta de Colón. Lo que es claro, es que la jefa de Gobierno se estaba tomando, -nada más porque sí-, atribuciones que no le corresponden, pero todo sea por ganar preferencias, ¿o no?
Algunas de las firmantes de la carta de referencia son son: Lorena Wolffer; la hija del artista oaxaqueño, Francisco Toledo, Laureana Toledo, Gabriela Jáuregui, Graciela de la Torre, Eduardo Abaroa, Luis Vargas, Mónica Mayer, Sol Henaro, Mónica Dower, Pía Camil y Julieta Aranda. Pero lo importante aquí, es que ya se veía la jefa de gobierno decidiendo sobre la ciudad, -pensando que su derecho a ésta es mayor que el del resto de la ciudadanía-, y sus monumentos, “parándose el cuello”, sin embargo, le cambió la actitud cuando recibió los reclamos de mujeres provenientes de los pueblos originarios y estos son muy importantes. Uno de ellos, tiene que ver con que señalaron que nunca les prestan la pluma para escribir su realidad, “No les prestan la pluma y tienen que manifestarse en sus telares de cintura”, y en segundo lugar y no por ello menos importante, es por demás evidente que Sheinbaum Pardo ha politizado este tema.
Fue entonces cuando recibió tremendo balde de agua helada la funcionaria capitalina, así que no debería confiarse tanto en las encuestas que se publican y que la colocan con un alto índice de aprobación, por ahí del 67 por ciento. Habrá que ver.
A lo mejor ese sondeo fue mandado hacer exprofeso para apuntalar la figura de la jefa de Gobierno, en razón de que está visto que el apoyo que a diario le da el presidente López Obrador perfilándola para el 2024, de plano, no es suficiente
Además, las cápsulas que se transmiten por radio y televisión sobre los avances de la jefa de Gobierno de la CDMX, tienen como eje principal sembrar la idea en el espectador de que desde que llegó ella al Antiguo Palacio del Ayuntamiento, mágicamente, ya no hay corrupción; habla del transporte que se supone que ella ha impulsado pero sigue evadiendo hacer referencia, aunque sea de lejos, de la tragedia de la Línea 12 del Metro y las muchas fallas que tiene este Sistema de Transporte Colectivo.
O sea, que bastante “chamba” tendrá la bancada de Morena en la Asamblea Legislativa para cobijar a la carta del presidente rumbo al 2024.
MUNICIONES
*** Verdaderamente patético se vio el presidente López Obrador vendiendo en su gustadísimo “stand-up” mañanero “cachitos” de su flamante sorteo de la Lotería Nacional. Le pasó igual que el año pasado, cuando la irrisoria rifa del avión presidencial y esta vez, a pesar de que obligó a los trabajadores del gobierno federal a comprar su libro “A mitad del camino” así como billetes para la rifa de este 15 de septiembre, no pudo acabar de vender las series; por más spots “loteros” que se transmitieron por el radio. O sea, el inquilino de Palacio Nacional es un pésimo vendedor que para todo, quiere hacer “coperacha” porque él, -eso dice-, no tiene dinero.
*** Toda la referencia anterior viene a cuento porque la semana anterior, a los ojos del tabasqueño fue de “días malos, muy malos” y ante la desaparición del FONDEN, en el Senado de la República, el flamante Félix Salgado Macedonio propuso “pasar la charola” y que los legisladores donen un mes de su dieta. No cabe duda que el guerrerense no tiene ni la menor idea de lo que ocurre con los damnificados de las inundaciones y desgajamientos de cerros como el del Chiquihuite, así como tampoco la tiene esta errada y llamada cuarta transformación que ahora con la desaparición del FONDEN, “los recursos se entregan directamente y de inmediato”. Nada más falso. En el caso de Tula, Hidalgo, les darán 35 mil pesos para reconstruir las casas con las que acabó el agua ¿eso como para qué alcanza? Y para conformar un censo de los damnificados esta errada y llamada cuarta transformación se tardó entre dos o tres semanas. Lentos, como siempre.
*** ¿Qué pasó, ya no hay acuerdo entre el PRI y Morena?, porque ayer López Obrador le contestó ni más ni menos que al dirigente del PRI, Alejandro “Alito” Moreno a los dichos de éste que argumenta que al haber invitado el tabasqueño a Quirino Ordaz a ser embajador de México en España, lo único que pretende el inquilino de Palacio Nacional, es acabar con la alianza que ha formado el tricolor con el PAN y el PRD, el Bloque Opositor. Puede que el líder del Revolucionario Institucional, esté echando mano del doble discurso porque por un lado dice que el aún gobernador de Sinaloa podría ser expulsado del tricolor, que porque los priístas no se van a prestar a juegos políticos sin embargo y por debajo de la mesa, sea otra la cuestión.