Se acuerda los agarrones que se daban en el PRD cuando había elecciones internas para designar sus candidaturas, se les criticaba por ser rijosos, peligrosos y que ofrecían una mala imagen para la política nacional del país.
Gozaban de una reputación 100 por ciento de pandilleros, eran tribus conformadas al interior y conforme crecieron en lo electoral, también crecieron en las disputas por el poder del liderazgo.
Era un pleito insostenible que dio paso a la salida, en 2015 del ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador que los abandono para llevarse el 90 por ciento de simpatizantes y militantes para conformar su nuevo partido Morena que recibió a millones de priistas.
Venía de las dos elecciones, la del 2006 que le robaron y del 2012 que perdió por poquito con el priista Enrique Peña Nieto. Traía todo el musculo político de la izquierda.
Bueno, ayer se repitió la misma escena, los mismos hábitos, con la misma gente, sus mismos liderazgos y las mismas mañanas, solo que ahora fue el partido Morena propiedad del Presidente López Obrador.
Sin duda es un renacimiento prácticamente del PRD vestido o transformado de Morena, un partido que llegó para acabar con la corrupción, los acarreos, la compra de votos, eliminar el influyentismo, el saqueo de los estados, el compadrazgo.
Hoy gobiernan 22 estados y sufre una metamorfosis del viejo PRI, el mismo que vio nacer a López Obrador en la política y el mismo que instrumentó todas las fases de fraude que hoy se entiende Morena las aprendió, como dijera la inminente candidata al Estado de México, Delfina Gómez muy requeté bien.
Los hechos que vivieron se vivieron en esta etapa para definir los consejeros en el país, fue sin duda poner en práctica el tamaño del aparato para el 2024. Los acarreos están con todo, aunque sin duda buscarán perfeccionarlos.
Que decir de las confrontaciones entre las tribus morenas, hoy su líder nacional Mario Delgado y el que manda en Palacio Nacional tienen la radiografía para aplicar la solución cuando se registren estos enfrentamientos internos.
La idea es que al presentarse ese escenario buscar cerrar filas y coquetear entre los grupos y sus cabezas para evitar futuras rupturas, vaya repartirles el pastel para que se integren al proyecto del que gane la elección.
Mario Delgado adelantó incluso parte de la estrategia para castigar a los rijosos y las sedes donde se registraron los enfrentamientos que terminaron con la destrucción de las urnas y el reventar elecciones.
Ahora vamos a ver que dice el que manda en Palacio Nacional porque sin duda puede incluso echar la culpa que fueron los opositores los que llegaron a reventar su tranquilidad y ejemplar proceso de elecciones. Algo así como que Morena es un santo.
REVIENTAN VERACRUZ POR SUCESION NAHLE VS GUTIERREZ
En el estado de Veracruz que gobierna Morena con Cuitláhuac García, se registró el más salvaje acto de agresión e intimidación con todo el peso del gobierno estatal para favorecer a la aspirante oficial, Roció Nahle.
Por ejemplo, en Minatitlán, la alcaldesa Carmen Medel comandó la fuerza pública de la policía municipal para neutralizar a los escrutadores acreditados y militantes fundadores de ese partido, impidieron con ello que se llevara a cabo el proceso y lograron reventarlo.
Obviamente la estrategia de Nahle y el gobernador, fue dejar pasar o facilitar los accesos a los militantes afines.
Para nadie es secreto que Roció Nahle quiere desterrar a su adversario, el actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez que se ha convertido en un dolor de cabeza por su musculo político electoral que representa, y cuyo respaldo lo perfilan para pelear la gubernatura con una desahogada militancia su favor.
MONREAL NO JUEGA
El líder del Senado, Ricardo Monreal tal vez avizoró que no había condiciones en Morena para elegir a sus Consejeros Nacionales y decidió renunciar en su participación anticipadamente. Su vagancia política tal vez le dio el olfato para hacerse para atrás y dejar que se quemaran su líder nacional Mario Delgado y anexas sobre la elección con un cochinero anunciado.