Con la designación de la nueva dirigencia nacional de Morena, en manos de Luisa María Alcalde y como secretario general el hijo del Presidente, Andy López, cualquiera podría atestiguar que es el plan perfecto para preparar al nuevo sucesor (que todavía no toma protesta) de Claudia Sheinbaum en 2030.
Sin embargo, aunque es muy prematuro aventurar, para nadie es secreto que se está utilizando la misma estrategia que hizo AMLO en el 2018 para empujar a Claudia Shinbaum, desde el primer minuto de su gobierno. La voz del arrastrado queda bien, que destapó a Andy, es el mismo mecanismo para la sucesión.
Obviamente esa jugada no importó a López Obrador que atropellara a las tres corcholatas, Marcelo Ebrard, el más viable y a quien se la debía; Ricardo Monreal, por disciplinado leal y el de última hora, para rellenar, el amigo del Presidente, Adán Augusto.
Sheinbaum tuvo un arranque desastroso de su gobierno como jefa de la Ciudad de México, no levantó y fue opaco, y al interior del partido generó enojo y molestia, más cuando en el 2021, en las famosas intermedias, decidieron, en su despacho imponer las candidaturas a las 16 alcaldías y el Congreso local.
Ebrard y Monreal fueron relegados y en el país también hubo descontento por las fichas como las movieron desde Palacio. Desde luego que es la conducción del partido el que le da el valor agregado y la última palabra para ofrecer las candidaturas.
Ese enojo se transformó en una pérdida severa en la Ciudad de México con la derrota de 9 de las 16 alcaldías que favorecieron a la oposición del PRI, PAN y PRD. Sheinbaum echó la culpa a Monreal y le aventaron toda la caballería, una recomendación para ficharlo en la repartición de la Presidencial en 2024.
Ebrard también fue marginado y no le quedó otra más que aguantar porque en su escritorio, misteriosamente apareció un expediente del problema de la Línea 12 Dorada del Metro que le tocó echar a volar en su administración como jefe del gobierno de la CDMX. Hay delitos severos que están en la lista de demandas por los desperfectos.
Bueno, la próxima semana el Presidente dejará su cargo para dar entrada el martes primero de octubre que Claudia Sheinbaum se convierta en la próxima Presidenta de México.
A partir de esa fecha puede apostar que en Morena no será lo mismo sin la presencia de López Obrador, si Andy cree que el camino se lo dejará pavimentado para llegar a Palacio en 2030, pues puedo decirle que se equivoca, habrá un camino estropeado y con severos baches o socavones.
El liderazgo de su papá López Obrador será muy complicado que pueda ser igualado y menos superado. Dejará, sin duda un partido o un movimiento huérfano, incendiado por la lucha del poder con enfrentamiento de grupos como pasó en el tradicional y desaparecido PRD con sus famosas tribus.
Morena es el PRD modernizado, enriquecido con priistas corruptos que se alojaron ahí a cambio de impunidad, sobre todo ex gobernadores que entregaron su estado a Morena y uno que otro panista. Hoy, esos traidores y gozan de embajadas, senadurías, diputaciones federales y más.
Es muy temprano para considerar que puede ser el junior del Palacio el que de continuación al gobierno de los López y Sheinbaum en 2030. Bueno, ni la futura Presidenta la tiene tan segura porque los grupos, una vez que se vaya su líder o su Dios, el próximo lunes, sin duda comenzarán las patadas por debajo de la mesa. Desde luego que hoy, no aceptarán otra imposición.
Y que decir qué en el 2027, en la designación de las intermedias para renovar la Cámara de Diputados y las 16 alcaldías, con nueve gubernaturas, estarán a todo lo que da la pelea por el nuevo liderazgo, Monreal y Ebrard son viejos lobos de mar que no se quedarán callados, ni atados de pies y manos, como pasó en esta saliente administración, ya no aceptarán otra imposición, ya lo verá en el camino de Sheinbaum que se ungirá con el escenario de muere el Rey viva el nuevo Rey.
POR CONGRUENCIA PRI Y PAN VOTO EN CONTRA DE GN
La presidenta de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez el jueves mandó la reforma aprobada de la Guardia Nacional a su par del Senado, Gerardo Fernández Noroña. Se turno a comisiones para este lunes se pueda dictaminar y mandar el martes a su proceso de discusión y someter a la aprobación.
Bueno, Gerardo Noroña, dijo muy seguro que para la reforma de la Guardia Nacional cuentan, en Morena con más votos de los priistas y panistas para aprobarla.
Respondió porque le cuestionaron si los cuatro Judas, los dos del PRD, Araceli Saucedo de Tabasco y Saúl Sabino de Michoacán, así como el desaparecido de MC, pero buen hijo, Daniel Barreda, encabezados por el ex panista Miguel Angel Yunes le aseguraron que votarán con Morena para lograr los 87 votos que le dan la mayoría calificada.
Les puedo decir que no serán solo 87 votos, tendremos más en la Guardia Nacional, serán más del PRI y del PAN.
Para nadie es secreto que Noroña utiliza esa estrategia como forma de confundir a los adversarios, la realidad es que si los priistas con su líder, Alejandro Moreno y sus coordinadores del Congreso, Rubén Moreira y Manuel Añorve en la reforma Judicial votaron en contra, entonces por congruencia esa debería ser la línea.
En el PAN, con el severo golpe que recibieron de Yunes de saltar a los morenos, hoy su coordinadora, Guadalupe Murguía y Marko Cortés están asegurando que no se les vaya a salir otro Judas para que puedan votar en bloque, eso de que el voto es libre solo existe en la kermés de la escuela. Y qué decir del líder de Movimiento Ciudadano, en el Senado, Clemente Castañeda que están en un hilo de convertirse en la bancada de Judas sino resarcen el daño que dejó su quinto elemento, el senador desaparecido de Campeche, Daniel Barreda que armo toda una telenovela para favorecer con su ausencia el voto a Morena. De que hay crisis hay crisis.