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El Congreso mexicano es un polvorín. La aplanadora de Morena, busca imponerse y presionar a la autoridad electoral para que apruebe la eventual sobrerrepresentación por arriba del 8 por ciento para el partido en el poder y sus aliados. Quieren la mayoría calificada para aprobar cualquier reforma constitucional sin necesidad de negociar con la oposición.

PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano buscan evitar el agandalle de Morena, conducta que se ha convertido en la constante de las acciones del grupo mayoritario en el Congreso Federal a la hora de votar iniciativas o renovar los cargos en los órganos internos de ambas cámaras.

El diálogo entre las fuerzas políticas está sujeto a una exigencia: “Democracia sí, autoritarismo no” y el fiel de la balanza es el Instituto Nacional Electoral (INE) que distribuirá a más tardar el 23 de agosto las diputaciones y senadurías plurinominales que corresponden a cada partido y el instituto proyecta que Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo obtendrían hasta 364 diputaciones y 83 senadurías, es decir, mayoría calificada.

Sin embargo, especialistas en materia electoral advierten que hay plan con mañana y se estaría violando la constitución. Lorenzo Córdova, expresidente del INE, destaca: “Hay una serie de reglas que vienen desde 1996 y establecen los límites a la sobrerrepresentación o la presencia que pueden tener los partidos políticos,  el propósito entonces fue muy claro que ninguna fuerza política pudiera por sí sola modificar la constitución al tener 2/3 partes  de la Cámara, es decir,  que dado que la constitución es algo en lo que todas las fuerzas políticas tienen de alguna manera que reflejarse, que verse representada, que verse reflejada, pues  que ninguna fuerza pueda modificarla a su antojo”.

Además, el artículo 54 de la Constitución, en su fracción V dice: “En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional”.

Claro que, en estos casos, los morenistas aplican la máxima presidencial, «No me vengan con ese cuento de que la ley es la ley», y se comportan igual o peor de lo que por tantos años criticaron. Sumisos al Poder Ejecutivo, menosprecian los argumentos e incumplen acuerdos. El revanchismo político es lo suyo. Ricardo Monreal coordinador parlamentario de Morena en el Senado, sentencia cada vez que puede: “El pueblo nos otorgó el poder reformador de la Constitución. El pueblo nos otorgó el tener Constituyente Permanente”.

Mandan ¡al diablo!, las leyes. Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación y próxima presidenta de Morena, indebidamente, justificó en la conferencia mañanera, la sobrerrepresentación, aun cuando no se ha definido, ni sancionado por el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)

La titular de Gobernación señaló que la oposición no quiere que se obtenga la mayoría calificada y se tenga la posibilidad de reformar la Constitución y llevar a cabo la reforma al Poder Judicial. Sin duda, un argumento cargado de “politiquería” como dicen en Palacio Nacional.

En la cuenta regresiva hacia el cierre del proceso electoral del 2024, el INE y el TEPJF tienen la papa caliente entre sus manos, porque el exceso de sobrerrepresentación que pretenden Morena y sus aliados va más allá de la mayoría calificada que necesitan para aprobar las reformas constitucionales que promueve Andrés Manuel López Obrador.

Morena, PT y el PVEM no solo pretenden anular a la oposición en el debate y votación del proceso legislativo en el Congreso. En Cámara de Diputados buscan reducir el porcentaje necesario de legisladores para ejercer el derecho de presentar recursos de Acción de Inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tal y como lo hicieron con reformas como la eléctrica y la de militarización de la Guardia Nacional y otros caprichos del actual gobierno.

No cabe duda, de que el Congreso juega un rol estratégico para el desarrollo del país y los mexicanos votaron por la promesa de una nueva forma de hacer política, de un Congreso responsable y plural, si se aprueba la sobrerrepresentación legislativa se definirá el perfil del próximo gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum.

El agandalle que pretenden Morena y sus aliados anulará los derechos de las minorías políticas representadas en el Congreso, debilitará a las instituciones y fortalecerá el autoritarismo y el presidencialismo que tanto combatieron. El INE y el TEPJF deben tener claro que la democracia y la división de poderes, están en riesgo.

Vericuentos

Retos del PAN, Kenia López

La vicecoordinadora del PAN en el Senado, Kenia López Rabadán, advirtió que, si su partido no reflexiona y corrige sus errores, tras la derrota que sufrieron en las elecciones del pasado 2 de junio, se pueden arrepentir. Afirma que, el país necesita una oposición inteligente, honorable y trabajadora y Acción Nacional, es la segunda fuerza política de México. Por cierto, la aplicación de Inteligencia Artificial, ChatGPT, confirmó que López Rabadán es la senadora con más iniciativas aprobadas (50) por el Congreso de la Unión y se comprometió a seguir trabajando, a partir de septiembre en la Cámara de Diputados. ¡Órale!

@guillegomora