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La pandemia no le cayó bien a nadie, pero probablemente entre los que siguen sufriendo los estragos de la misma son Unifin y Crédito Real que vieron cómo la morosidad de sus carteras se desbordó y pese los grandes esfuerzos para negociar con sus acreedores siguen en proceso de quiebra.

Las circunstancias de esos intermediarios no bancarios es particular y difícil de generalizar: Unifin dedicada al arrendamiento de Pymes parece tener todo listo para llevar a cabo un concurso mercantil y echar a andar su plan de reestructuración, mientras que Crédito Real, que dirige Felipe Guelfi aún está lejos de ordenar susfinanzas apesar que lleva todo el año diciendo que se encuentran planchando el camino para una liquidación ordenada, transparente y e incluso para conservar los empleos de la empresa y sus subsidiarias.

Han sido los tenedores de bonos extranjeros de Crédito Real quienes han luchado para colocar a la empresa en Capítulo 11 en Estados Unidos, pero están más que preocupados ante la sensación que las negociaciones se han enfriado y no avanzan hacia ningún lado.

Lo anterior contradice a lo dicho oficialmente por la empresa que hasta el año pasado dirigía Ángel Francisco Romanos Berrondo en el sentidoque todo va viento en popa y que existe un diálogo abierto con los acreedores para establecer qué activos le quedan a la compañía, y si estos son viables para su recuperación.

Se sabe que Berrondo ha sido uno de los principales impulsores para que Crédito Real no salga de la jurisdicción mexicana jerarquizando la liquidación primero con bancos locales lo que no comparten los bonistas extranjeros como el grupo británico Abrdn y DoubleLine Capital, con sede en Los Ángeles, California, que no quita el dedo del renglón de emprender nuevas acciones legales en México para recuperar sus pérdidas.

Lo cierto es que el tiempo se agota y autoridades como la Comisión Nación Bancaria y de Valores que lleva Jesús de la Fuente Rodríguez, la Secretaría de Hacienda que encabeza Rogelio Ramírez de la O y Banco de México que tiene como gobernadora a Victoria Rodríguez Ceja revisan el expediente, sin olvidar que a los bonistas se les acaba la paciencia pues, como dicen en mi pueblo, nada más no ven claro.

La ruta del dinero

El viernes pasado Altos Hornos de México pagó un adeudo por poco más de 129 millones de pesos que tenía con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), correspondientes al consumo realizado en octubre pasado, por lo que las operaciones en la mayor siderúrgica mexicana integrada se recuperaron paulatinamente. Desde el pasado 30 de octubre, la empresa que comanda Manuel Bartlet Díaz cortó la electricidad a instalaciones de la acerera ubicadas en Monclova, y en otras localidades de Coahuila, lo que frenó la producción de acero e incluso la extracción de fierro, materia prima fundamental para su elaboración. Dicho pago se suma al realizado en días pasados correspondiente al acuerdo reparatorio con el gobierno federal por supuestas anomalías en la venta de Agronitrogenados a Pemex.