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La consigna volvió a salir de Palacio Nacional, esta vez, dirigida a los legisladores de Morena, a los más radicales, para defender la errada estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador durante la sesión de la Comisión Permanente, así que ninguno pudo resistirse o negarse a hacer el patético y deleznable papel que les pidió su jefe.

 Y así como una semana antes, los del partido oficial se resistieron a abordar la agenda política en la Permanente porque sabían que la oposición los cuestionaría por el mitin-“cargada”, que protagonizaron las “corcholatas y corcholatos” del partido oficial en el mitin de Toluca, Estado de México, ahora “de mil amores” desplegaron un patético papel para defender la absurda frase de “abrazos, no balazos”, con la que López Obrador justifica toda su ineptitud para controlar el clima de inseguridad que vive el país, especialmente por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora y un guía de turistas, Pedro Palma, que ha desatado la indignación mundial.

Pero el debate que se llevó a cabo ayer en la sesión de la Comisión Permanente, no se limitó solo a lo sucedido en Chihuahua, porque hay que subrayar que el inquilino de Palacio Nacional tiene al país sumido en el caos; se extendió a otras zonas que sobreviven como pueden en medio de la creciente violencia, y eso que ya no hay masacres, ¡qué tal que hubiera!

La senadora morenista, Imelda Castro Castro, criticó a la oposición por la narrativa de un supuesto pacto de esta administración con la delincuencia organizada, y añadió que 48 por ciento de los delitos del fuero común se concentran en los estados de Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Baja California y Sonora, gobernados por panistas, priistas y de Movimiento Ciudadano. Aquí puede apreciarse que los del partido oficial tienden a politizar todo aquello que no les conviene

Gina Andrea Cruz Blackledge, del PAN advirtió lo que muchos pueden ver: que en México urge un cambio de rumbo, ya que en lo que va del sexenio han sido asesinadas 121 mil personas y más de 100 mil están desaparecidas. 

El priísta Jorge Carlos Ramírez Marín, cuestionó el aumento al presupuesto de la Guardia Nacional cuando sus elementos realizan actividades que no tienen nada que ver con su propósito, como por ejemplo, hacerlas de “viene viene” porque más bien se dedican a vigilar que los autos no se estacionen en doble fila. 

El senador petista, Joel Padilla Peña, como parte de la rémora morenista, insistió en politizar el asunto y remitiéndose a los comicios del pasado 5 de junio, denunció la injerencia del crimen organizado en el proceso electoral en Durango, donde perdieron los de Morena y ganó Esteban Villegas, de la coalición “Va por Durango”. Curiosamente, el senador Padilla Peña, denunció añejas  y mañosas prácticas electorales de las que los del partido oficial han hecho gala en los más recientes comicios.

Y no podía faltar el diputado Gerardo Fernández Noroña, quien junto con el senador Alejandro Armenta, insistió en hacer el ridículo defendiendo lo indefendible, diciendo que las medidas empleadas por el presidente en el combate a la inseguridad, han tenido resultados. 

El diputado José Antonio García, del PAN, lamentó la ineptitud y falta de capacidad de la actual administración para resolver el problema de inseguridad en México. Y sí, la cadena de violencia y sangre que se ha formado en el país, demuestran el fracaso en la materia, al tiempo que el diputado García aseguró que el gobierno protege a los delincuentes. Claro, no hay que soslayar aquellas palabras del Ejecutivo y su manifiesta preocupación por proteger a los delincuentes porque ellos también son seres humanos.

El diputado priísta Eduardo Zarzosa Sánchez, ratificó lo dicho por el diputado García García al insistir que es indefendible el fracaso de la Estrategia de Seguridad Pública, por lo que pidió a Morena y sus aliados que se responsabilicen por las acciones de su gobierno y que dejen de culpar al pasado. “No podemos seguir con esta estrategia de abrazos y no balazos”, sentenció.

Porque tampoco se puede soslayar que ante la evidente impotencia e incapacidad para combatir la inseguridad y a la delincuencia organizada, a López Obrador se le van los días en decir que como le dejaron al país sumido en el caos, pues le cuesta trabajo revertir esta situación. Pues recordaremos a un clásico, Alejandro Martí cuando hace años dijo aquello de que “si no pueden, pues que se vayan”

Finalmente, la senadora del Grupo Plural, Nancy de la Sierra Arámburo, afirmó que la Estrategia de Seguridad ha fallado, ya que no se implementan medidas preventivas de pacificación social. Además, dijo que el trabajo de las autoridades no debe ser únicamente señalar culpables y repartir castigos, sino reparar el daño y asegurar que estas atrocidades no se repitan.

Bueno, pues la flamantísima secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana a nivel federal, Rosa Icela Rodríguez, siempre tan colaborativa ella, se comprometió a difundir fotografías del asesino de los sacerdotes jesuitas y el guía de turistas, José Noriell Portillo,   “el Chueco” y su ficha de búsqueda en la que se ofrece 5 millones de pesos a quien proporcione información. Más no se le puede pedir porque la eficiente titular de la SSPC, no está capacitada para ello, y ya lo demostró. Con palabrería no se soluciona el grave problema de inseguridad para decir que se “alienta a la denuncia ciudadana”. 

MUNICIONES

*** Autoridades del gobierno de Chihuahua, informaron que recuperaron los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como el del guía de turistas Pedro Palma,

*** Cuidado debería de tener el PAN, porque últimamente le ha dado por dar bandazos que dejan mucho que desear. Primero, cuestionaron junto con el resto de la oposición, el ejercicio demagógico y hueco de la revocación de mandato que promovió López Obrador porque efectivamente, se trató de un evento vacío en el que el tabasqueño alimentó su ego, sin embargo, ahora resulta que los albiazules piden que en Nuevo León se realice precisamente un ejercicio de revocación de mandato por lo que ha sido una errática gestión del gobernador Samuel García, que con la crisis del agua que vive el estado que gobierna y los feminicidios, ya no halla ni qué hacer.

*** Y mientras el secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch, se descarta para ocupar la candidatura de Morena al gobierno de la capital de la República, (ojo, que no se emocione Martí Batres porque de todas maneras no va a ser él), quien se destapó para ese cargo fue Salomón Chertorivsky, de Movimiento Ciudadano. Aseguró que lleva varios años construyendo el Movimiento Chilango, lo que, dice, le da posibilidades de alcanzar la candidatura del partido naranja al gobierno de la CDMX. ¿Será? 

morcora@gmail.com