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Ahora que ya los partidos anunciaron que en los próximos días arrancarán con su estrategia para obtener triunfos electorales en el 2023 donde se disputarán el Estado de México y Coahuila y para el 24 cuando se elegirá al sucesor de Andrés Manuel López Obrador, bien valdría la pena comenzar a preguntarnos: ¿qué es lo que queremos para nuestro país?

Como están las cosas hasta ahora sólo hay dos opciones: un México en el que la sociedad siga dividida y se le ataque cuando no se está de acuerdo con quien gobierna.

Donde los chairos y los conservadores o los aspiracionistas se tundan unos a otros sin darse cuenta que ambos forman parte de un mismo país.

Y el otro, en el que nuestro Jefe de Estado logre unificar a todos los sectores de la sociedad para que juntos podamos sacar adelante a México que, dicho sea de paso, está bastante golpeado por la crisis mundial post pandemia.

En los últimos meses fuimos testigos de que, con miras a obtener triunfos electorales, todos los partidos desataron una guerra sucia que sólo ahondó la polarización y división entre la sociedad que se ha generado por el resentimiento con el que se gobierna desde Palacio Nacional.

Y cuando ya todo parecía perdido y pensábamos que estos métodos serán lo que los políticos utilizarán para cristalizar sus aspiraciones, surge una voz prudente que bien vale la pena escuchar porque ofrece lo que la mayoría de los mexicanos queremos: la reconciliación.

Y no me refiero a nadie del PRI, PAN, PRD o MC, que sería lo más lógico porque es lo contrario a lo que se está implementando desde el gobierno, sino a alguien que está dentro de Morena y que por su modo de pensar resulta incómodo para muchos en su partido.

Me refiero a Ricardo Monreal quien refresca con su discurso porque nada tiene que ver con el de las “corcholatas” que pareciera que no tienen independencia intelectual.

Para muestra de lo que le hablo basta mencionarle que en los últimos días el zacatecano afirmó que de ser elegido como candidato de Morena a la presidencia nos ofrecerá un plan de gobierno que se basará en el principio de la reconciliación nacional.

Monreal detalla que continuará con la política social del Presidente, con la lucha contra la corrupción, con las políticas públicas que han sido certeras y que la gente valora y aprecia.

“Vamos a ser el Presidente de la reconciliación nacional. Yo creo que podemos llegar al mismo puerto, a la misma estación, al mismo destino con mayor mesura y con mayor consenso con sociedad”, afirmó en entrevista.

Con estas palabras, sin duda, Ricardo Monreal se convierte en la mejor opción para el 24, no sólo en Morena sino donde el destino lo lleve, porque todo tiene un límite y su dignidad también.

Porque lo cierto es que después de una manera de gobernar tan impositiva como la que López Obrador ha llevado a cabo en estos años, quizá Ricardo Monreal sería el equilibrio que México clama, porque si algo ha distinguido al senador Monreal es su capacidad de diálogo pues no es de los que dicen “que no se mueva ni una coma”.

Siendo objetivos Monreal también es de los que aspiran, el más preparado, pues ya fue gobernador, fue delegado en la Cuauhtémoc, tiene además experiencia parlamentaria que está basada en dialogar, en negociar, en escuchar y en llegar a consensos.

Ya lo ha demostrado estos años porque es de los que dice que cuando hay acuerdos se logra unanimidad lo que le permitió construir los instrumentos jurídicos que han sentado las bases del proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

Así que, en esta lógica, una personalidad como la de Ricardo Monreal le daría serenidad al país sin dejar atrás las bases que ha construido la 4T, por lo que, bien hace Monreal en visualizarse como “el presidente de la reconciliación”.

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los integrantes de las bancadas de Acción Nacional en el Congreso de la Unión, hacemos un respetuoso, pero firme exhorto a las ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a efecto de que no se siga posponiendo la discusión por la controversia constitucional respecto al caso del desafuero del Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.

Se trata de un asunto de la mayor relevancia, no solo para la ciudadanía tamaulipeca sino para todos los mexicanos. 

Cada día que transcurre sin que se discuta y vote este asunto, se lastima al Estado de Tamaulipas.

Tal como lo hemos señalado reiteradamente, se trata de una persecución política con toda la intención de generar un efecto en el pasado proceso electoral.

Basta de utilizar el sistema judicial como arma contra los adversarios políticos.

ubaldodiazmartin@hotmail.com

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