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Sin duda es fundamental la reflexión de los resultados de las elecciones el domingo pasado en Coahuila y el Estado de México, independientemente del buen humor con el que el presidente Andrés Manuel López Obrador posó sonriente en su gustadísimo “stand-up” mañanero, cantando una muy vieja canción, visiblemente congratulado por el resultado que obtuvo en la entidad mexiquense, con el triunfo de Delfina Gómez. Sin duda, tenía razones para estarlo

A contracorriente de lo que en el oficialismo puedan decir, el PRI está lejos de ser un partido que se encuentre en vías de extinción porque en un análisis de los datos duros, el Revolucionario Institucional fue el instituto político que más sufragios llevó a las urnas, con 2.3 votos, lo que representa el 70 por ciento de los votos de la coalición.

En el Estado de México, se logró cerrar la ventaja que tenía inicialmente la candidata morenista que era, como se recordará, de más de 20 puntos, para quedar en 9, amén de la actitud de la candidata de “Va por el Estado de México”, Alejandra del Moral, de reconocer su derrota, pero no por eso va a dejar de seguir en la escena política.

Si bien los resultados del PRI, electoralmente hablando, al interior de la coalición Va por México lo colocaron encima del PAN y del PRD, cuestión de detenerse en los resultados obtenidos en Coahuila, donde Manolo Jiménez arrasó, dejando 30 puntos abajo al morenista Armando Guadiana, este es precisamente el aspecto que imprime fortaleza a las aspiración de dicha coalición, de cara a las elecciones del 2024 y refrenda que es un partido, el tricolor, que cuenta con un todavía sólido voto duro a lo largo y ancho del país.

Tampoco se puede soslayar que “Va por México” le ha reducido a esta errada y llamada cuarta transformación, el margen de preferencias electorales en los últimos años, hay que la diferencia en la más reciente elección mexiquense entre ambos bloques, fue de solo 383 mil sufragios, de los cuales, el Revolucionario Institucional habría aportado el 70 por ciento de los votos de la alianza opositora.

O sea, el papel que jugó el Revolucionario Institucional en los comicios del fin de semana fue fundamental.

En base a los anteriores datos, es un hecho irrefutable que constituye un error histórico dar al PRI por muerto, ya que aún queda un buen tramo del camino que se abrió ayer, una vez transcurridas las elecciones en el Edomex y Coahuila: los comicios del 2024, donde muchas cosas estarán en juego.

Diversos analistas coinciden en señalar que la elección presidencial del año entrante, no se ganará mediante diagnósticos sobre cuántos estados gobierna qué partido, sino por la estructura electoral más eficiente, que sea capaz de hacerle frente a lo que ya se conoce como la “cargada” de Morena y en ese sentido, el PRI todavía tiene muchas cosas que dar y aportar.

Por otro lado, muchas son las aristas y secuelas que tienen los comicios del fin de semana. De entrada, llamó poderosamente la atención que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, que previamente había anunciado que tenía algo así como la fórmula mágica para que “corcholatas” y “corcholatos”, no salieran raspados ni enfrentados en el proceso de selección de quién será el abanderado o abanderada presidencial de Morena, aplazó su anuncio para el día de hoy.

¿Será acaso que el canciller estaba esperando otros resultados en los comicios del Estado de México y Coahuila?, ¿estaría acaso igualmente aplazando su supuesta salida de las filas del morenismo? Quién sabe, el caso es que el presidente López Obrador dijo que él no va a ser el elector mayor de cara al 24, que lo será “el pueblo sabio y bueno”. Y aquí, sin duda, entra en una gran contradicción el de Tepetitán porque desde hace rato, se ha dado a la tarea de violar la ley electoral y hacer actividad de jefe de campaña de su partido.

MUNICIONES

*** En un breve análisis sobre las elecciones del fin de semana, el senador morenista Ricardo Monreal opinó que debe haber un proceso de análisis objetivo para 2024, no obstante. “Nuestra arrogancia, debilidades y división generó que no tuviéramos la victoria” en el estado norteño (Coahuila) y por poco margen “obtuvimos el estado de mayor padrón electoral”. Asimismo, reconoció que fue una hazaña haber logrado obtener el bastión tricolor que era el Estado de México. Señaló además que  “El movimiento tiene fuerza y también fortaleza”. El senador zacatecano planteó una interesante pregunta: ¿cómo poder repetir lo del Estado de México el próximo año?, pero también, cómo evitar que suceda lo de Coahuila, donde sin duda, el encono interno repercutió en el resultado. Aunque parece una propuesta impensable, Monreal no temió señalar que, “debemos dejar a un lado los intereses personales… hay un pacto y hay un movimiento fuerte, vigoroso” por lo que propuso privilegiar el movimiento y el proyecto en general. Y esta sería tarea de todos, que no todos asumirán. De cualquier manera, el legislador zacatecano reiteró: “Se tienen que eliminar la arrogancia, el desinterés o la soberbia para ir unitarios en la construcción del futuro de México”. 

*** Si bien son otros los factores que influyen en el rumbo de una elección, no puede soslayarse que en los comicios del fin de semana, se repitió lo que esta errada y llamada cuarta transformación y quien la encabeza hacen, es decir, colocar la zanahoria para quien preste buenos servicios a la causa, de tal suerte que ahora le tocó, ni más ni menos que al aún gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo Masa, de quien se dice que finalmente cedió a los empeños y presiones de Palacio Nacional y si bien al principio Alejandra del Moral era su “carta fuerte”, al paso de los meses, la balanza se inclinó ni más ni menos que por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Cuestión de detenerse en las porras que Del Mazo le lanzó a la funcionaria capitalina, así como dejando en claro una posición que nadie le había pedido, así que inmediatamente empezó a circular por los corrillos políticos la versión de que en el horizonte inmediato del gobernador Del Mazo, pudiera estar el incorporarse a la campaña y al posible gabinete de su nueva carta fuerte, pues ya consiguió el haber sido gobernador, hijo y nieto de exmandatarios mexiquenses. Según se sabe, el mandatario estatal mexiquense se puso en contacto con el embajador de México en España, Quirino Coppel, para ver qué suerte ha corrido desde su posición diplomática, ya que Del Mazo podría ocupar una embajada, en Israel o en Italia, y, ¿a eso se le llamará traición?

morcora@gmail.com